Por Glissett Valdés Herrera
Ante un presente y futuro en Cuba: el pasado
Para acertar en el análisis que nos proponemos del presente y futuro de Cuba, debemos tener en cuenta sus antecedentes históricos.
“Imagina a seis hombres tirando de un carro. Llega un momento en que el menos vigoroso ya no puede seguir el paso. Después un segundo, un tercero… El carro va cada vez más despacio. Volver a engrasar las ruedas, por ejemplo, no hace más que retrasar los problemas”.
Rafael Guérin
Por Glissett Valdés Herrera
Ante un presente y futuro en Cuba: el pasado
Para acertar en el análisis que nos proponemos del presente y futuro de Cuba, debemos tener en cuenta sus antecedentes históricos.
Todo presente ya tuvo un pasado. Arrastre que tiene, como consecuencia, un sistema en el que, durante el transcurso de tantos años, aún en el presente, el hombre sigue siendo manipulado como un objeto más.
El primer paso: la superación de los elementos prehistóricos
El centralismo, el autoritarismo, el irrespeto a las libertades individuales, la pérdida de la autoestima, responsabilidad personal y colectiva, son daños que hoy perjudican el desarrollo del ser humano.
La monopolización, que lleva adjunta la falta de capacidad para discernir y dialogar, provocando una ausencia de la creatividad en las personas y en las nuevas generaciones, que más tarde o temprano resultaría irreparable.
Dar paso a la nueva generación llena de talento y proyectosde vida y para la sociedad, sería el primer paso para la liberación del adoctrinamiento, que solo está a favor de los intereses políticos del poder y de su ideología. Sería un buen comienzo en el presente y aspiraciones positivas para el futuro de Cuba.
¿A qué sobreponerse ante las ansias de progreso?
Mucho se escucha decir de los “logros” del actual proceso cubano, pero poco o nada, de sus fracasos. Ni siquiera es bien utilizada la palabra revolución que significa cambio profundo de cualquier cosa.Y aún esperamos por esa “revolución” que tanto necesita Cuba para el mejoramiento humano en el presente y el futuro: una revolución pacífica.
Por tanto, no se podrían reconocer los fracasos, porque solo provocarían esa revolución que necesitamos y anhelamos, esa posibilidad de intercambio, del debate sobre los posibles proyectos, sueños y alternativas para todos, donde el hombre sea protagonista, con una acción liberadora en su actuar y pensar.
El hombre ha de sentirse motivado a cambiar aquellos factores que impiden su crecimiento en la sociedad, a pesar de las limitaciones, censuras y la falta a sus derechos.
Uno de los problemas que confrontamos en el presente, es cuando buscamos motivos y razones por los que en una nación los ciudadanos emigran. Por otro lado, ocultan deliberadamente su accionar, y la historia ha demostrado que las razones fundamentales son políticas, económicas y sociales, todas se complementan unas con otras, ya que es imposible un pueblo sin dirección política y una política sin control económico, que conduce al abismo de la sociedad. En una verdadera democracia, el vínculo de estos factores se inclinaría al bienestar social de las presentes y futuras generaciones.
Es evidente que nosotros somos los que debemos planificar, construir nuestro presente, asegurar el futuro de las nuevas generaciones, de nuestros hijos.
Como seres humanos, somos seres condicionados, influidos, limitados, carentes, pero capaces de… y debemos reconocernos como portadores también de capacidad para… y disposición a… con una verdadera actuación libre e incondicional.
Podemos sobreponernos a discapacidades físicas para lograr ser útiles e integrarnos socialmente, sobreponernos a los prejuicios sociales; a las presiones de grupos de personas; mantener posiciones de libertad de pensamiento, expresión, acción en medio de regímenes que coartan la libertad y la vida de las personas, dominar los síntomas de una enfermedad crónica, no dejar de luchar por la Cuba que queremos, a pesar de vivir en condiciones sistemáticas de privaciones económicas, entre muchas otras que ha provocado la inamovilidad.
Hombres Nuevos
Cuando eliminemos los elementos prehistóricos, y nos sobrepongamos a las limitaciones, nuestro presente comenzará a mejorar, a revolucionar con un sentido positivo hacia el futuro.
De igual modo, consideran prehistóricamente, que mencionar: la revolución cubana, pueblo revolucionario, pioneros revolucionarios, médicos revolucionarios, escuelas y universidades para los revolucionarios, hospitales para revolucionarios, educa, sana y rehabilita a la “revolución” y solo lesiona las conciencias de las personas, haciendo cumplir el principio de la obligatoriedad ideológica, para la construcción del “Hombre Nuevo”.
En cada lugar que estemos, debemos evitar esas posturas “mesiánicas”, que actualmente hanllevado al fracaso antropológico del sistema cubano y a una desconcertante política que destruye la verdadera creación y formación del “Hombre Nuevo”.
En el libro “Conversaciones con Dios” el escritor Neeale Donald Walsch, hace alusión al siguiente apotegma de Jorge Bernard Shaw: “Hay quienes ven al mundo como es y preguntan: ¿por qué?, hay quienes ven al mundo cómo podría ser y preguntan: ¿por qué no?
El presente está, lo cambiamos asegurando el futuro, todo está en no sentir miedo y ser nosotros mismos.
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Glissett Valdés Herrera. (La Habana, 1972)
Lic. en Derecho y Educación Primaria. Catequista.
Reside en Pinar del Río