El descrédito del NTV

Viernes de Rosalia

La Internet y las redes sociales en Cuba han jugado un papel indispensable para el libre ejercicio del periodismo independiente. A lo largo de estos años en los medios oficiales se ha silenciado cualquier información que se aleje del discurso oficial y no responda a los intereses del Partido Comunista. Esto no significó que antes de la apertura de Internet no se proyectaran nuevas visiones y proyectos para el futuro de la Isla por otros medios, ejemplos de ello son el Centro Cívico y Vitral, el Proyecto Varela, entre otros, pero nunca con el alcance e inmediatez que ofrece hoy la red de redes.

Esto ha traído consigo un fuerte flujo de información alternativa que ha permitido a los ciudadanos ver la otra cara de la moneda y discernir por ellos mismos. Tal es la trascendencia y acogida por parte de los usuarios que los medios oficiales están constantemente monitoreando lo que publican los medios independientes, y cualquier información que les roce las costillas la replican desde su terreno. Esto es totalmente legítimo, vale aclararlo, pero dicha legitimidad no es una opción que ellos defiendan y respeten fuera de su entorno.

El noticiero nacional de televisión durante un tiempo de su emisión se ha convertido en un juicio difamatorio descarrilado contra activistas, periodistas, miembros de la sociedad civil y proyectos independientes, con el fin de desacreditarlos y anularlos ante los oyentes. El método difamatorio y grotesco que usan se aleja de un periodismo serio y realista. En los testimonios ofrecidos en las redes por muchos de los que han sido expuestos en el noticiero, se ha visto reflejado el apoyo del pueblo al día siguiente de que sus personas fuesen difamadas en cadena nacional sin oportunidad a responder públicamente al respecto.

Por estos días hay una campaña en las redes donde los internautas postean a la hora del noticiero imágenes de sus televisores apagados con los hashtags #NTVmiente y #YoApagoYoAhorro. Hay una clara tendencia de rechazo y tedio a este tipo de noticias. Se escucha en la calle, en conversaciones entre amigos y hasta desconocidos que entablan conversación mientras esperan en una cola, en cualquier lugar, y es que el descontento aumenta aceleradamente.

La realidad que vive el país actualmente es muy seria, la escasez, el hambre, la represión, la falta de oportunidades, la carencia de moneda dura para la mayoría, todo este panorama en plena pandemia, sumado el odio y difamación en el noticiero, hace que el descontento popular y los nervios estén a flor de piel.

Abogo y exhorto al gobierno cubano que ejerzan menos odio y más reconciliación, menos imposición y más diálogo, menos represión y más libertad. Los métodos que están usando no son los adecuados, el miedo se puede vencer y ya han tenido prueba de ello.

 

 


  • Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
  • Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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