Por Javier Valdés
Una opinión como un posible balance de la XLVII Serie del deporte nacional de Cuba, independientemente de las dificultades que todos pudimos comprobar. El play off puede venir con algunas sorpresas.
Hola, queridos internautas y lectores. Concluyó la XLVII Serie Nacional de Béisbol en su etapa regular aquí en nuestro país. Tengamos en cuenta que como he dicho en anteriores artículos, las series del deporte de las bolas y los strike, en Cuba, están consideradas por muchos como de las más competitivas del mundo, solo superadas por algunas de carácter profesional.
Dejando hoy atrás las dificultades, que serían otro tema con bastante tela por donde cortar, nos dedicaremos a realizar un análisis del aspecto técnico-deportivo de la misma.
Como siempre, al empezar la serie, tanto los especialistas como los espectadores hicimos nuestros pronósticos sobre quiénes serían los 8 equipos clasificados para la post temporada.
Debemos decir que varios equipos como la Isla de la Juventud por el grupo A y Guantánamo por el grupo D, le dieron un especial colorido al certamen. Debemos darles el merecido reconocimiento a todos ellos. En la otra cara de la moneda se encontraron los camagüeyanos, holguineros y granmenses que, con suficiente equipo, no pudieron lograrlo.
Todo esto trajo como consecuencia que se lograran los clasificados de la siguiente manera:
Zona Occidental
. Pinar del Río
. Habana
. Sancti Spíritus
.Industriales
Zona Oriental
. Santiago de Cuba
. Villa Clara
. Ciego de Ávila
. Las Tunas
Por otra parte, esta serie dejó líderes individuales y grandes promesas para un futuro ya cercano. Dando un repaso en los bateadores, un chico llamado Alexei Bell se llevó las palmas por su gran campaña al ser el líder jonronero e implantar récord para series nacionales superando el anterior de 28, de Juan Carlos Pedroso.
También Bell echó abajo el récord de las carreras impulsadas, promedió para más de 300, robó más de 20 bases, fildeó para excelente promedio y se llevó el honor de ser el mejor jugador de esta serie. Un gran destaque ofensivo para el máscara pinareño Yosvany Peraza, que sin pichearle ya que implantó récord en bases intencionales recibiendo 36, bateó 25 jonrones e impulsó más de 80 carreras. Estos fueron los más destacados sin olvidar a Yasser y Garlobo que fueron líderes de bateo.
En el picheo todos los reconocimientos para el rascacielos pinareño Pedro Luis Lazo que llegó a ser el máximo ganador de la pelota en Cuba, superando las 234 victorias de Jorge Luis Valdés y Yulieski González que ganó 15 y no perdió ninguna. Estos fueron, a mi entender, los más destacados del picheo.
En cuanto a la postemporada, destacar en cuartos de final las contundentes victorias de Pinar del Río sobre Industriales 3 juegos a 0 y la de Santiago de Cuba a Las Tunas también por la misma vía, en los demás emparejamientos se midieron La Habana y Sancti Spíritus con victoria de es éstos últimos contra todo pronóstico, y Villa Clara sobre Ciego de Ávila.
Ya en semifinales hubo más emociones, hasta el séptimo juego tuvo que llegar Pinar para derrotar a los de Sancti Spíritus y en 6 choques Santiago acabó las aspiraciones de los Villareños. La final estaba servida: Pinar del Rio y Santiago de Cuba.
Los del Tsunami Verde, como se hacen llamar los peloteros de Pinar del Río, con más ilusión que argumentos necesarios para ganarle a los del Oriente, estos últimos confiados en su impresionante ofensiva, y en un Norge Luis Vera renaciendo en su mejor momento. Pues así fue la cosa, Santiago ganó los cuatro choques y dejo un sabor un poco agridulce en la boca de los del occidente que por lo menos esperaban ganar algún desafío, pero en Pinar se celebró como si hubiésemos sido campeones porque el equipo llegó mas lejos de lo que todo el mundo esperaba, y para Santiago la admiración de todo un pueblo, y la felicitación por este nuevo triunfo.
Javier Valdés Delgado (Pinar del Río, 1985)
Estudiante de Cultura Física y Deportes. Universidad Deportiva “Manuel Fajardo”. Fue Responsable Diocesano de los jóvenes católicos. Reside en Pinar del Río.