CUBA, UN PAÍS APAGADO

Lunes de Dagoberto

Tres apagones de todo el país en menos de dos meses. Pero no es solo eso, son años de apagones programados y no programados. Es un país en permanente zozobra: ¿Cuándo la quitarán? ¿Cuándo la pondrán? No es una situación coyuntural, ni accidental, es un problema estructural, es el colapso del sistema electro energético nacional por una tecnología arruinada por el tiempo, por la falta de mantenimiento y por las malas decisiones. Falta el combustible y el dinero para pagarlo.

En cuanto al dinero, la prioridad ha sido la construcción de lujosas instalaciones para el turismo extranjero que, por otra parte, disminuye. No se escoge un país colapsado para pasear. Es un sistema energético caduco y obsolescente, como todo el sistema. Cuba no es solo un país con apagones, Cuba es un país apagado.

Cuba se acerca peligrosamente a una situación de ingobernabilidad. Es urgente cambiar para evitar ese caos que no es bueno para nadie. No es bueno, en primer lugar, para el propio pueblo cubano. No es bueno para el régimen. No es bueno para la región, porque a causa de una situación crítica terminal se producen las explosiones que crean desórdenes que nadie quiere, se incrementan los éxodos masivos, crecientes y desordenados que desestabilizan la región.

Todo esto debe y puede ser evitado a tiempo, y queda poco tiempo. Todo esto puede ser evitado realizando los cambios estructurales y sistémicos que no solo nos librarían de estos extremos, sino que abrirían un camino de libertad, estabilidad, reconstrucción y progreso en Cuba. Somos los cubanos los responsables, somos los protagonistas de nuestra propia historia personal y nacional. Es de nosotros los cubanos de donde debe surgir la iniciativa y las soluciones sin exclusiones, ni represiones, ni cárcel ni muerte. El destino de Cuba está y debe estar y ser edificado, pacíficamente, entre nosotros todos los cubanos.

Es necesario acabar de madurar cívicamente y dejar de esperar soluciones mágicas que vengan desde arriba y desde afuera. Los de arriba y los de afuera deben saber que es el pueblo cubano, con sus dos pulmones, Isla y Diáspora, los que debemos hacernos cargo de buscar la salida ordenada, pacífica y estructural que evite la desestabilización, la ingobernabilidad y el caos.

Cuba, como nación, tiene derecho a la libertad, al orden, a la estabilidad, a la democracia y al progreso, y no debe ser reducida a una pieza manipulable de las confrontaciones geopolíticas y geoestratégicas globales. Muchos refieren que a Rusia, China e Irán les interesa Cuba por su posición geográfica. Pienso que si tuvieran tanto interés geopolítico con Cuba ya la habrían salvado de esta crisis terminal, como hicieron en su tiempo la Unión Soviética y Venezuela. Pero eso se acabó. Si a Rusia, China, Irán y otros les valiera Cuba como se dice, hace tiempo la hubieran reflotado para usarla en sus intereses geoestratégicos. ¿Por qué no lo han hecho de una vez?     

En los nuevos escenarios políticos que se avecinan, tanto en los Estados Unidos como en Latinoamérica y en las amplias zonas en guerras o en conflictos, lo menos que conviene a nuestro País es estar “apagado”, es decir, tener tal disfuncionalidad interna que provoque, aún más, el incremento de los éxodos masivos y desordenados, la alineación internacional con potencias que están del lado equivocado de los conflictos ajenos, y que contribuyan a la inestabilidad regional y mundial. Todo esto puede y debe evitarse mediante el cambio profundo y real que el pueblo de Cuba demanda y necesita. Debe evitarse a tiempo.

Propuestas

No debemos quedarnos en el diagnóstico y en el lamento, es necesario ser proactivos, asumir nuestra responsabilidad como cubanos para salvar la patria del caos y la ingobernabilidad:

  1. Cuba es y debe ser la primera y principal protagonista de los cambios sustanciales que necesita. Es su primera responsabilidad patriótica.
  2. Cuba debe abrirse a sus propios ciudadanos sin exclusiones ni represiones, sin presos políticos, sin violencia y sin muertes. Todos los cubanos debemos hacernos disponibles para participar en los cambios necesarios antes de tener que lamentar males mayores.
  3. Cuba no debe alinearse o hacer alianzas geoestratégicas con ninguna potencia extranjera. Con ninguna, porque hacerlo colocaría a nuestra patria ya sufrida y apagada en un callejón sin salida de confrontaciones geoestratégicas que no le convienen para nada y menos para salir pacíficamente de esta crisis terminal.
  4. Si como ciudadanos estamos sufriendo los terribles apagones, no dejemos que nadie extraño tome la iniciativa de la resolución de nuestros problemas; al contrario, démosle al mundo un ejemplo de que los cubanos somos y seremos los dueños, los primeros protagonistas, y los constructores de nuestro propio destino.

Que nadie apague nuestra esperanza.

Hasta el próximo lunes, si Dios quiere.         

 


  • Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955).
  • Ingeniero agrónomo. Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017.
  • Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
  • Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2007.
  • Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
  • Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director.
  • Reside en Pinar del Río.
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