Martes de Dimas
La historia es una valiosa herramienta para comparar hechos similares ocurridos en épocas y condiciones diferentes. Me refiero, en este caso específico, a la conducta seguida por los gobiernos cubanos en cuatro guerras ocurridas en los siglos XX y XXI.
La Primera Guerra Mundial
En junio de 1914 el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, en Sarajevo, se empleó como argumento para encubrir las apetencias geopolíticas de las potencias de la época. Al mes siguiente el imperio austro-húngaro declaró la guerra a Serbia y unos días después Alemania hizo lo mismo con Rusia. Comenzó la Primera Guerra Mundial, que en cuatro años dejó un saldo de más de nueve millones de soldados, siete millones de civiles, unos veinte millones de heridos y enormes daños materiales.
En la guerra se enfrentaron los imperios alemán y austro-húngaro de un lado y el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso, del otro lado. Luego se fueron incorporando el imperio otomano, Italia, Bulgaria y Rumania.
En mayo de 1917 un submarino alemán hundió al trasatlántico RMS Lusitania, en el que perecieron 128 estadounidenses. Estados Unidos exigió el fin de los ataques a los barcos de pasajeros y se cumplió su exigencia; pero en 1917 Alemania reanudó la guerra submarina, por lo que Estados Unidos entró en la guerra.
Cuba, que sostuvo una política de neutralidad hasta que fue notificada que todo comercio en el mar sería combatido sin previo aviso -considerado por la Isla como una violación de sus derechos y un perjuicio a su comercio- al día siguiente que Estados Unidos se incorporó a la contienda bélica, el general Mario García Menocal, solicitó al Congreso la declaración de guerra contra Cuba. En su mensaje al parlamento, escribió: ni puede en modo alguno, digna y decorosamente, mostrarse ajena o extraña a la actitud noble y valientemente asumida por los Estados Unidos, a cuya nación nos unen sagrados vínculos de gratitud y confraternidad, juntamente con las obligaciones explícitas e implícitas del Tratado de Relaciones Políticas, de 22 de mayo de 1903. El 7 de abril de 2017 Cuba declaró la guerra primero a Alemania y después al imperio austro-húngaro.
Desde el punto de vista militar Cuba cooperó en un plan para atrapar submarinos en el Golfo de Méjico; pero su aporte fundamental radicó en el azúcar. Las zafras de 1916-1917 (3 400 000 toneladas), y la de 1917-1918 (más de 4 000 000 de toneladas) se pusieron a disposición de los Estados Unidos y de los Aliados.
La Segunda Guerra Mundial
En septiembre de 1939 Alemania, después de haber firmado el Pacto Ribbentrop-Mólotov con la Unión Soviética con el que se dividieron Europa central en esferas de influencia-, atacó a Polonia. Japón invadió a China. Mientras el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania. Se enfrentaron los aliados y las potencias del eje, y participaron la mayor parte de las naciones del mundo. Uno de los peores resultados fue el número de muertos, calculados entre 50 y 60 millones, una cifra superior de heridos, incalculables violaciones de derechos humanos y una gigantesca destrucción material.
Como en la Primera Guerra Mundial, Cuba se mantuvo neutral hasta febrero de 1941, cuando el presidente Fulgencio Batista, ordenó a los funcionarios consulares alemanes e italianos abandonar el país, en octubre de ese mismo año advirtió que su gobierno podría abandonar la neutralidad, y en diciembre de 1941, al producirse el ataque de Japón a la base norteamericana en Pearl Harbor, le declaró la guerra a Alemania.
En el plano militar Batista firmó con Estados Unidos un acuerdo autorizando la construcción de aeródromos en San Antonio de los Baños y en San Julián, Pinar del Río, para la protección de las vías marítimas del Caribe. Alemania hundió cinco buques mercantes cubanos, con un saldo de 82 muertos. Mientras Cuba hundió un submarino alemán y su Armada escoltó a cientos de barcos aliados, navegó casi 400 000 millas en convoy y patrulla, voló más de 83 000 horas en convoy y patrulla, y rescató a más de 200 víctimas de los submarinos sin perder un solo buque de guerra o avión por la acción del enemigo. Pero el principal aporte a los aliados, como en 1914, fue el azúcar.
La invasión soviética a Checoslovaquia en 1968
En el verano de 1968 las tropas de la Unión Soviética invadieron Checoslovaquia para impedir el giro hacia la democracia. Ante lo cual el gobierno de Cuba -después de varios fracasos cosechados en el intento de expandir la revolución a América Latina y en el proyecto de fomentar una economía eficiente desde el modelo totalitario, apoyó a la invasión a Checoslovaquia de las tropas del Pacto de Varsovia, lo cual fue agradecido por la Unión Soviética y sirvió para aliviar las tensiones que desde el año 1965 habían surgido entre ambos países por la política de lucha armada en América Latina.
La invasión de Rusia a Ucrania en 2022
En febrero de 2022, Rusia atacó a Ucrania, con el argumento del crecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este de Europa y la necesidad de “desmilitarizar” a ese país; aunque tres días antes de la invasión, el 21 de febrero, Vladimir Putin había dejado claro que Rusia pudiera llegar a comprender todo aquel territorio en el que haya población con cultura originaria rusa, con lo que insinuaba la intención de ocupar a Ucrania.
Seguido de una maniobra militar, el 24 de febrero de 2022, tropas rusas iniciaron la invasión desde la península ucraniana de Crimea, dando lugar a una conflagración de magnitudes que no sólo pueden ser similares o mayores a las de la Segunda Guerra Mundial, sino que puede desencadenar en una guerra nuclear, donde todos seremos perdedores.
Ante el evento, Cuba es uno de los poquísimos países que apoyaron la agresión a un país soberano, en violación de la Carta de Naciones Unidas. La Habana se alineó Rusia, a cambio de lo cual Moscú, en la víspera de la agresión, había prorrogado el pago de la deuda contraída por la Isla entre 2006 y 2019 de 2 300 millones de dólares.
Tras la visita a Cuba del vice primer ministro ruso Yuri Borisov, unos días antes de la invasión, el canciller cubano Rodríguez Parrilla declaró a través de su cuenta de Twitter su rechazo enérgico a lo que consideró «histeria propagandística y comunicacional que desata el Gobierno de Estados Unidos contra Rusia». Es decir, la acusación de la invasión, era falsa.
Finalmente, en la reunión de emergencia, convocada por la Asamblea General de la ONU, el pasado 2 de marzo, donde se aprobó una resolución de condena a la invasión rusa a Ucrania y se le exigió a Vladimir Putin detener inmediatamente las hostilidades. El gobierno de Cuba, casi en solitario, dio un paso atrás en el apoyo expresado, pero se abstuvo de votar en contra de la invasión rusa.
Comparando la conducta en las cuatro guerra citadas
En la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Cuba se alineó con los invadidos y en ambos casos la participación arrojó beneficios económicos a la nación cubana y le ganó prestigio en la arena internaional.
En los casos de Checoslovaquia y Ucrania, Cuba tomó partido a lado de los invasores contra naciones soberanas. En el primero, para aliviar las tensiones con la Unión Soviética; en el segundo, para conservar la ayuda de Rusia, ya bastante mermada, en un momento de profunda crisis estructural. En ambos con una pérdida de credibilidad que se reflejará en las relaciones internacionales.
La Habana, 15 de marzo de 2022
- Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
- Reside en La Habana desde 1967.
- Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
- Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
- Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
- Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
- Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).