“Convivencia: de mano en mano”

Por Iván Hernández Carrillo.
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Ahora comprendo el silencio, y confieso que si tres años atrás alguien me hubiera dicho que nacería un nuevo proyecto cívico-social y cultural que atraparía a miles de lectores cubanos y cibernautas que buscan como vía alternativa para crecer en conocimiento la lectura mediante concienzudos análisis, crónicas e incontables artículos, como los que publica hoy la revista digital Convivencia, yo mismo no lo habría creído; pero es así.
Convivencia, escapa de la censura gubernamental que sobre los medios de información ejerce brutalmente el régimen al limitar con inadmisibles y vejatorias leyes espurias las libertades fundamentales de opinión y de prensa amordazándolas a su antojo e implantando viejas maneras estalinistas de desinformación para seguir aferrándose autocráticamente al poder.
Con esta publicación, hija de la libertad de la luz, esa absurda manipulación de que el periodista escribe lo que le ordenan, el lector lee sin opinar y las cosas siguen igual, van quedando en el pasado y considero quedarán allá ancladas para siempre.
Convivencia toca con mesura y transparencia, la lamentable y triste situación por la que atravesamos todos los cubanos, con artículos sobre derechos humanos y democracia, profundos análisis económicos, políticos y sociales así como avances en el campo de la ciencia y la tecnología, temas y acontecimientos literarios, artísticos, religiosos y otros de sumo interés que abordan talentosos profesionales, periodistas y numerosos colaboradores.
Esta joven publicación no solo la encontramos en las manos o en el terreno visual de un lector interesado, sino que también se discute, provoca debates y críticas constructivas o iniciativas que de una forma u otra contribuyen a su real perfeccionamiento; al tiempo que sus redactores y editores sufren la cruel sutileza de la persecución que trata de marginarlos y de colocarlos en avatares extremadamente difíciles que ya venían enfrentando y que ahora se recrudece con aspereza.
Esta virtuosa revista vueltabajera va abriéndose camino en medio de la maleza, rompiendo burdos e irracionales tabúes y estigmas que tratan de impedir que se escriba con absoluta libertad, por suerte con ella está cayendo esa paradójica forma de manipular la prensa, donde el periodista es presionado y obligado a mostrar su apoyo incondicional al sistema o de lo contrario es condenado al ostracismo y a la exclusión.
Aunque esta cerrada noche no ha terminado para la prensa oficialista, entre otras razones, porque aún sigue sometida a un férreo control gubernamental de la policía política (Seguridad del Estado) e ideólogos del “Partido Comunista de Cuba” (PCC), este nuevo proyecto ofrece otra alternativa que trata de arrojar luz sobre ese infame muro de desinformación que lacera las libertades fundamentales.
Todos los que colaboran y escriben para Convivencia, se sienten empeñados en presentar de manera honesta un cuadro real, veraz, digno de crédito y legítimo de nuestra sociedad con todas sus contradicciones y posibles soluciones, una especie de arcoíris radiante en ideas, fértil en iniciativas y pletórico en opiniones y no solo los dos únicos colores que muestra la prensa oficialista los ya deslucidos, pálidos y ensombrecidos blanco y negro en los que nadie cree.
Pude leer desde la cárcel algunas de sus ediciones, que aprecio como un loable empeño de responsabilidad y entera dedicación, al tiempo que valoro sumamente la voluntad estoica e inquebrantable de todo su equipo y que ha tenido la inmensa potencialidad de enfrentar durísimos retos algunos muy desalentadores, pero aun así permanecen resplandecientes, lúcidos, rozagantes y con una sorprendente capacidad para seguir creando y trabajando de manera ardua y perenne en medio de tan complejas y difíciles condiciones.
Creo en su ejemplo, en la sólida enseñanza que transmiten, en los valores humanos que los distinguen, en su sostenible poder de recuperación, en la fuerza inexpugnable e invencible que han engendrado para resistir y encarar los embates de estos tiempos encolerizados; todo esto mezclado junto a una misma heterogeneidad básica de la instrucción profesional, cívica, ética y cultural con que brillan, haciéndolos acreedores del respeto y la admiración de todos sus compatriotas que a lo largo y ancho de esta isla tratamos de conseguir por diferentes medios una de las exiguas tiradas de esta publicación y que luego pasamos de mano en mano.
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