Convivencia: camino y perspectiva para el futuro de Cuba

Palabras de Dagoberto Valdés en el III aniversario de la revista Convivencia.
Queridos amigos de Convivencia
Hacen tres años subíamos hoy al ciberespacio la revista digital Convivencia. Unos 300 correos electrónicos en la intranet recibían la versión de “solo texto”. Cinco fundadores en el Consejo: Karina, Toledo, Jesuhadín, Belisario y un servidor. Otros 5 fundadores han hecho servicios igualmente importantes: Dagoberto junior, Olga, Margarita, Livia, Hortensia y Arian. Muchos más participaron en el nacimiento con sus colaboraciones, con su difusión, lectura y críticas.
Pero no pocos auguraron corto tiempo de vida a una publicación que nacía independiente del Estado, de la Iglesia y de toda agrupación política oficial u opositora. Se trata de una hija de la sociedad civil incipiente. Su proyecto y su tarea es ayudar a reconstruir a la persona de cada cubano y cubana, así como a reconstruir el tejido de esa sociedad civil, creando puentes, articulando iniciativas, tejiendo convivencia. Ese es su nombre y su programa.
Una creatura de solo tres años es aún un ser en gestación, pero ya habla, se mueve, reconoce, demanda, expone. Eso ha sido la Convocatoria “Imprima Una para que haya más Convivencia” que invitaba a asumir, descentralizadamente, la responsabilidad de su difusión dado el escaso acceso a la Internet en Cuba. Si en algún sitio quieren leerla, deben gestionar la forma de imprimirla. Primero en Pinar, y ya hoy se confecciona y distribuye en 6 provincias de Cuba. Ha sido un año de franca expansión. Se imprimen más de mil ejemplares que nos han reportado, pero no podemos saber bien cuántas son por tratarse de una iniciativa descentralizada. Hemos entrado en facebook y ascienden a más de 3 mil las que se envían por correo electrónico en la intranet.
Esperamos que este ejercicio ciudadano de autogestión emprendedora, haga crecer la presencia de la convivencia a todo lo largo de la Isla y que sea un adelanto y un signo de la descentralización y la gestión eficiente que deseamos para todas las esferas de la vida de la Nación en un futuro próximo.
Todo proyecto en crecimiento debe demostrar su capacidad de sostenerse y cambiar sin que su supervivencia dependa insustituiblemente de personas o recursos determinados. Lo auténtico e incluso bonito de un proyecto es la alternancia en las responsabilidades como queremos que sea en las instituciones del País. Es por ello que quiero aprovechar esta fiesta de cumpleaños para dar las gracias de todo corazón a Toledo y Olga que desde siempre dieron toda su vida, su casa y sus esfuerzos por el Centro Cívico, Vitral y Convivencia, como también lo hizo, más brevemente, pero con toda su pasión Belisario Pi Lago. Ellos siguen colaborando desde sus nuevos destinos. Gracias, Convivencia sigue siendo hogar y proyecto de ustedes y para ustedes.
Damos la bienvenida en esta nueva hornada de continuidad y renovación a los nuevos miembros del Consejo de Redacción: Henry Constantín, Rosalia Viñas y Livia Gálvez. Ahora somos siete, somos más jóvenes y colaboran más mujeres. La edad promedio era de 42 años y ahora bajó a 30 años. Aunque tenemos la certeza que la edad cronológica no coincide con el entusiasmo y la creatividad de los más maduros y maduras. Bienvenidos y buen trabajo.
Un joven amigo europeo que conoció hace poco nuestro proyecto expresaba con alegría y asombro que en su país, donde el totalitarismo cayó hace más de veinte años, hacía mucha falta el trabajo de formación cívica y ejercicio de la libertad responsable que desarrollamos en Convivencia, asegurando al mismo tiempo que era un proyecto que sería muy necesario también en Cuba después del cambio y durante muchos años más. Ese es el camino y la perspectiva que tenemos por delante.
¡Ánimo! Y vayamos respondiendo, desde hoy, a los desafíos del mañana que ya se vislumbra.
Gracias.
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