La conexión celular es sin dudas una maravilla de estos tiempos, que permite realizar múltiples tareas desde cualquier lugar y hora con efectividad. No todos los países alcanzaron esta tecnología en igual tiempo y condiciones, sucediendo así también para las personas, las cuales suelen quedar en algunos casos inmersas en ella.
Esta vía de conexión fue posible para los cubanos a partir de diciembre de 2018. Hasta el momento el nivel de usuarios conectados vía datos móviles ha ido en aumento a la par que se han moderado los precios, que aún hoy son elevados para la mayoría de los cubanos.
Esto ha traído consigo que muchos internautas estén distraídos y metidos todo el tiempo en el teléfono móvil, ya sea en las redes sociales, interactuando con otras personas, jugando, escuchando música, buscando información, trabajando, noviando, etc. Una justificación para esto puede ser que es algo nuevo y extenso de explorar, y tienta a la navegación una y otra vez. Aun así, es importante tener control sobre cualquier actividad que se realice y planificar el tiempo, según las necesidades de cada uno y según las necesidades familiares.
La familia es el pilar fundamental de cada ser humano, de ella venimos, de ella se aprende, y de ella nos retroalimentamos diariamente. Es necesario que siempre exista tiempo para compartir en familia y en sociedad y eso se está viendo afectado producto a la abducción de la conexión.
Este es un tema que preocupa a nivel mundial. Incluso, muchas personas llegan a sentirse mejor relacionándose de modo virtual que real, si bien a veces es más fácil decir algo sin tener en frente a la persona, no es lo ideal. Un excelente ejemplo son los emoticonos, los cuales se usan constantemente y facilitan las expresiones y las conversaciones online, que personalmente me encantan por su genialidad, pero nada se compara a la mirada, gestos, respiración y acciones que una persona hace frente a otra, estas expresiones naturales hablan por sí solas.
Es hermoso ver a la familia hablando, riendo, compartiendo y hasta llorando y discutiendo, porque se siente una verdad necesaria, no a una familia donde cada miembro está todo el tiempo con sus dispositivos perdiendo el contacto humano. También es bello ver a los niños jugando juntos, corriendo, tomándose de las manos, no como les ocurre a muchos que se hablan a través de un chat o una videollamada.
Los padres deben brindarles atención a sus hijos, conversar con ellos, preguntar como fue su día, no permitirles que estén siempre conectados, aunque eso a ellos les encante o facilite a los propios padres tener más tiempo para sus tareas. Estar pendientes siempre de que sitios web visitan sus hijos en la red, porque esta no está exenta de riesgos.
Con mis comentarios no quiero reducir la importancia que tiene Internet para los seres humanos y su futuro, solo hacer un llamado a la tan necesaria interacción de unos con otros.
- Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
- Miembro del Consejo de Dirección del CEC.