Conceptos en la economía cubana

Por Karina Gálvez
'...la realidad económica cubana es compleja...'

‘…la realidad económica cubana es compleja…’
Muchas veces nos preguntamos por qué es difícil de explicar la verdadera situación del cubano y su manera de vivir o de sobrevivir. “Usted no va a entender esto, tendría que vivir un tiempo aquí, como nosotros”, decimos muy convencidos a cualquier extranjero que conocemos o cubano que hace tiempo no vive en Cuba y nos visita, cuando nos pregunta acerca de la situación económica o simplemente de la forma en que podemos enfrentar la vida con los salarios que nos pagan o con las ofertas que tenemos.
Es verdad que la realidad económica cubana es compleja. Pero una de las cosas que la complejizan más es la cantidad de conceptos tergiversados que tenemos que esgrimir para explicarla. Y sin darnos cuenta, aun conociendo el verdadero significado de estos conceptos los usamos sistemáticamente para explicar la realidad cubana, dejando a quien no vive en Cuba totalmente desinformado.
Por ejemplo, no se dice que en Cuba hay empresas privadas, solo formas de gestión no estatal. En este concepto se mencionan empresas mixtas, cooperativas, agricultores pequeños, trabajadores por cuenta propia, pero la palabra privada, jamás. O dicen algunos, propiedad personal. ¡Como si un medio de producción fuera un cepillo de dientes!
Se escucha por los medios oficiales un constante llamado a superar la ineficiencia. Pero cuando una empresa es ineficiente se dice que hay que ajustar los planes. La ineficiencia se convierte solo en un problema de falta de previsión, de control o de disciplina.
A los desempleados se les llama disponibles. El desempleo, como la propiedad privada, para el gobierno cubano son conceptos políticos identificados con el neoliberalismo, esencialmente negativos.
Los pequeños empresarios son trabajadores por cuenta propia. Los empresarios siempre son, en el concepto oficial, explotadores.
Al monopolio del Estado sobre la propiedad se le llama propiedad del pueblo. Nunca una propiedad ha sido menos social que cuando nadie es propietario porque se supone que todos lo son. Como es de todos, no es de nadie.
Cuando se produce la racionalización de un bien por escasez, nos explican que es para fomentar la solidaridad, para que alcance para todos, y para evitar la especulación, la cual es producto entonces, de ciudadanos que pretenden enriquecerse y no de la escasez crónica que sufre la economía cubana.
La exportación de fuerza de trabajo barata es internacionalismo. A los cubanos que trabajan en otros países en misiones o colaboraciones les pagan solo un porciento menor de lo que ganan otros profesionales de su rama en ese país. Y de esa cantidad el mayor porciento es para el gobierno cubano.
Cuando se dictan leyes que discriminan a los cubanos frente a los extranjeros se explica diciendo que hay que tener atención especial con los visitantes. Esto es muy importante para un pueblo tan hospitalario como el cubano, que guarda lo mejor para los que los visitan en su casas.
Que no nos quieran conceder créditos es una política de complicidad con los Estados Unidos y no una reacción de la comunidad internacional ante la falta de confiabilidad de la economía cubana.
Nos obligan a cocinar los alimentos con cocinas eléctricas, altamente consumidoras de electricidad, al mismo tiempo que aumentan el precio del kilowatts y nos dicen que es para implantar un programa de ahorro energético.
Estamos plagados de conceptos ambiguos o eufemísticos como Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD) , ¿qué divisas debemos recuperar? Se recupera algo que se ha perdido, no algo que no te has ganado; Perfeccionamiento empresarial, ¿llegará a ser perfecta la empresa cubana?;
A muy pocos extrañará que en Cuba se le llame al destierro, liberación de prisioneros, o a la corrupción, posibilidad de resolver; tampoco que a una falta de estrategia económica concreta para resolver la crisis se le llame Lineamientos. No nos parece anormal que a cualquier espacio de libertad se le llame nido de contrarrevolucionarios.
Es verdad que actualmente es más evidente la crisis cubana. Que los conceptos son menos importantes, porque los ciudadanos sabemos lo que estamos viviendo y cada vez es más difícil mostrarnos una realidad de seguridades y de justicia social que no existe. Pero no por eso deja de ser importante que llamemos las cosas por su nombre. “Al pan pan y al vino vino”, es la primera condición para entender y conocer bien una realidad. Y, lo más importante: para cambiarla.
Scroll al inicio