¿COMO SOBREVIVEN LOS CUBANOS?

Foto tomada de Internet.

Mientras las autoridades impidan la libertad de creación individual en todas las profesiones y de los negocios privados no habrá auge de la economía ni progreso en Cuba. La inflación y los cortes de electricidad aumentan, cuando la liquidez estatal, el poder adquisitivo y la calidad de vida de los cubanos continúan desplomándose. Nuevamente se compromete la soberanía nacional mediante compromisos con gobiernos extranjeros para prolongar el poder totalitario por la generación de continuidad, como se aprecia en el periplo del Presidente Miguel Díaz-Canel por Argelia, Rusia, Turquía y China del 6 al 27 de noviembre.

La inflación agobia a casi todos los habitantes del mundo, pero los cubanos rechazan esa justificación gubernamental para la que ellos padecen, porque “mal de muchos, es consuelo de tontos”. Durante diez años en La Habana, los dirigentes políticos descartaron las recomendaciones de especialistas nacionales y extranjeros sobre el diseño apropiado para activar la economía. Finalmente implantaron “cambios muy audaces, sin precedentes”, pero siempre con férreos mecanismos de control para afianzar el fracasado sistema. La “Tarea Ordenamiento” impuesta el 1 de enero de 2021 profundizó los problemas existentes, sin que el gobierno reconozca sus errores ni adopte medidas efectivas para atajar problemas cruciales, como la inflación, más allá de los precios topados, ajenos a las ofertas limitadas del mercado que también las entidades estatales irrespetan. Para solapar sus ineficiencias, las autoridades aducen como causantes del caos actual el impacto de las sanciones aplicadas por la Administración Trump que endurecieron el embargo-bloqueo y la inclusión de Cuba en la Lista de Países Auspiciadores del Terrorismo.

Según las estadísticas oficiales, en enero del presente año el gobierno reconocía una inflación del 77%, pero economistas nacionales y extranjeros consideraron que llegaba hasta 500%. En septiembre se reporta en 37,24%, aunque no refleja la mayor parte de la actividad comercial realizada en el mercado informal. La producción nacional de mercancías de primera necesidad para abastecer el mercado es indispensable, más aún cuando cayeron ostensiblemente las importaciones por carencia de liquidez y créditos a corto plazo para adquirirlas.

Los criollos agobiados por la ausencia de leche, yogurt, carnes, huevos, cereales, pan y otros alimentos esenciales, así como los elevados precios de frijoles, vegetales y viandas para nutrir y curar a sus hijos, ancianos y a sí mismos, se desgastan en colas y sufren la imposibilidad de pagar los precios ascendentes por minutos, cuando los productos aparecen en los mercados de libre concurrencia y la bolsa negra. Inflación, nivel y calidad de vida son sinónimos de hambre, desnutrición, depresiones y suicidios en Cuba hoy. La mayor parte de los productos se adquieren fuera del sistema de las cuotas mensuales establecidas en 1963 mediante la libreta de abastecimiento, el racionamiento que se ha encogido con el tiempo. El litro de leche diario para a los niños hasta los 7 años se mantiene, pero las dietas médicas de un kilogramo de leche en polvo mensual se eliminaron, las cantidades de azúcar y arroz se venden fraccionadas según la disponibilidad local, y las 4 onzas de café mezclado llega con retraso por la crisis del actual período de continuidad del Período Especial. Las galleticas, dulces, caramelos, chocolates, refrescos, helados han desaparecido del mercado, y cuando se encuentran tienen precios muy elevados en los timbiriches privados, que finalmente el gobierno autorizó abrir según los criterios de las autoridades municipales y locales.

Simultáneamente, las colas durante muchas horas desgastan las capacidades intelectuales y físicas de los cubanos, entretenidos para que desgasten sus escasas energías y no hagan reclamos públicos masivos. Los pensionados y personas con bajos salarios venden productos adquiridos en las colas a precios por debajo del mercado ilegal para poder pagar los indispensables para su alimentación. Las brigadas de enfrentamiento a los coleros y acaparadores deben impedir las ilegalidades en las colas, aunque en muchas ocasiones son los organizadores o beneficiarios de los negocios.

Las ofertas de productos en las tiendas del Estado en pesos o moneda libremente convertible (MLC) son absolutamente insuficientes para satisfacer las asignaciones mensuales. Las cuotas mensuales por persona en la “libreta de abastecimiento” son de 7 libras de arroz, 3 libras de azúcar refinada y 3 libras de azúcar cruda, 10 onzas de frijoles, 4 onzas de café mezclado y 5 huevos. En La Habana, las cantidades son superiores a las del resto del país, y no se está garantizando que el primer día del mes estén en las bodegas. El Ministerio de Comercio Interior anunció que las cantidades se entregarían según las existencias en los almacenes locales y se completarían posteriormente.

En las tiendas del Estado que vendían libremente en CUC (divisa) han pasado a pesos, pero sin ofertas estables de productos por lo que se debería comercializar mensualmente por núcleo familiar 5 kilogramos de pollo, cada 7 días salchichas y picadillo, 1 kg de detergente, 2 litros de aceite, 2 paquetes culeros y 10 cajetillas de los cigarros. Estos son los máximos a comprar, según la disponibilidad. Los métodos de venta son muy variados, como la asignación de bodegas a una tienda con día fijo de compra según el número de la libreta de abastecimiento, los módulos con los productos para el mes, y otros, pero el gobierno ha descartado públicamente incluirlos como cuotas fijas porque no podría garantizar el compromiso. Por ejemplo, el 23 de noviembre aún quedaban consumidores pendientes de adquirir el pollo de octubre. Tampoco las tiendas en la Moneda Libremente Convertible (MLC) sustituta del CUC, pueden cubrir sus inventarios de mercancías por carencia de liquidez para la importación ni hay producción nacional suficiente.

Los cortes de electricidad entre 12-18 horas diarias en la mayor parte del país, con menores afectaciones en La Habana, se implantaron en junio pasado, debido a roturas en las ocho plantas termoeléctricas existentes en el país, con explotación de 35-40 años, cuando la vida útil máxima es de 30 años, sin los mantenimientos programados desde hace 10 años, según han expresado algunos directivos del Ministerio de Energía y Minas y de las plantas, en entrevistas televisadas. Tanto el ministro como el director de la Unión Eléctrica fueron remplazados recientemente. Los apagones reproducen los sufrimientos del inicio del Período Especial en Tiempo de Paz a mediados de las décadas de 1990 y 2000 debido a la pérdida de las subvenciones de la Unión Soviética y sus países afines, hasta el suministro de combustible por Hugo Chávez. Las autoridades actuales procuraron no afectar las zonas residenciales y sobre todo la capital, en evitación de malestar social, pero la falta de combustible, las roturas simultáneas de las plantas, la insuficiencia de fuel y diesel para los grupos electrógenos compensatorios, por la imposibilidad de Venezuela de mantener envíos estables y la crisis de liquidez para adquirirlos en otros mercados a precios mucho más elevados, han originado los prolongados apagones. Desde julio de 2016, la crisis de liquidez impuso los cortes de energía con afectaciones a las actividades de las empresas estatales, para evitar apagones a la población y los servicios esenciales, lo que fue reconocido por el exministro de Economía Marino Murillo, en una reunión de la comisión económica de la Asamblea Nacional. Desde entonces las obsoletas e ineficientes esferas productivas industrial y agrícola son destruidas.

El descontento social por esos sufrimientos se desbordó de forma espontánea por primera vez en toda Cuba el 11 de julio de 2021, y fueron aplastados con gran represión, encarcelamiento y largas condenas a prisión, incluidos menores de edad. Actualmente, los cubanos procuran “escapar” mediante el éxodo a través de Nicaragua que no requiere visa. Entre septiembre del pasado año y el presente más de 220 000 cubanos cruzaron la frontera mexicana hacia Estados Unidos. Las salidas por mar han disminuido debido a la devolución después de la eliminación de la política de “pies secos, pies mojados” por el presidente Obama, un día antes de concluir su mandato en 2018.

Cuba está siendo despoblada de sus generaciones jóvenes, con formación educacional, y capacidad productiva y técnica, debido al éxodo fomentado por el gobierno para bajar la tensión social y a mediano plazo recibir remesas. La población envejecida podría quedar a merced del sistema totalitario que ha destruido las fuentes de riquezas y producción, como la industria azucarera, sin capacidad para reconstruir la Patria.

 

 


Miriam Leiva.

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