Se está celebrando en la provincia de Matanzas, Cuba, el Primer Congreso Internacional Cibersociedad 2017, bajo el lema ‟soñemos y actuemos”. Esta convocatoria tiene como perspectiva: ubicar un horizonte en el 2030 y se enfoca en qué debemos enfrentar hoy en materia de Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para construir ese futuro soñado centrado en el ser humano.
Cuando leí la convocatoria me resultó muy interesante la iniciativa de Cuba, en crear y fomentar espacios de debate e intercambio regional sobre las TICs. En comparación a otros países de la región y del mundo estamos en desventaja total, es importante que Cuba se incluya en este amplio espectro tecnológico que cada día revoluciona y desarrolla a la sociedad, pero para lograrlo no puede existir un único sector llamado gobierno.
Para que un cubano pudiera participar en Cibersociedad 2017 tenía que estar afiliado a la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), de lo contrario no podría participar. En el caso de los extranjeros o residentes en el exterior podían inscribirse como participantes o como delegados presentando una ponencia, en ambos casos la aprobación quedaba por parte de la UIC. Una vez más tienen más privilegios los de fuera que los de dentro. ¿Por qué?
Para construir un futuro centrado en el ser humano, como plantea la convocatoria de este evento, es primordial que no se excluya a ningún ser humano, sino se incluya a todos los interesados en aportar e intercambiar perspectivas y enfoques desde el rol que representen. Las TICs no son responsabilidad únicamente de la comunidad técnica, o de un gobierno que controla esta comunicaciones en un país, es una responsabilidad de todos los sectores que hacen uso de ella, ya sea el sector privado, el académico y la sociedad civil.
En este evento hay una representación de una docena de países, los cuales intercambian experiencias y exponen problemáticas en las cuales están trabajando y buscando soluciones. La solución más urgente que necesitan los cubanos para empoderarnos de los privilegios que brindan las TICs, es que el gobierno brinde aperturas razonables a sus ciudadanos y reconozca que es un trabajo en equipo.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.
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