En días recientes han aumentado las exhortaciones del más alto nivel para “buscar soluciones locales” a viejos y estructurales problemas intrínsecos del sistema económico imperante en Cuba. Sin embargo, hay una contradicción fundamental entre la iniciativa privada y las “soluciones locales” con relación al carácter centralizado y planificado de la economía y de la política en Cuba
La semana que terminó ha sido otra de las repetidas series de acontecimientos inesperados, de especulaciones e incertidumbres, para una buena parte del pueblo cubano. Otra vez la opacidad, el secretismo y las justificaciones, ya increíbles, alucinantes, vuelven a provocar que se disparen los análisis
Una de las causas del daño antropológico causado por el totalitarismo en Cuba es la propaganda. Por el impacto negativo y profundo que inflige la propaganda en el alma humana y en el estado de opinión que mueve a masas sin conciencia crítica, es que trataré de reflexionar sobre este instrumento
Ahora mismo es muy difícil el análisis de la realidad cubana dentro de la Isla. Se confunden las medidas económicas. Se combinan las medidas y los frenazos. Pareciera como si primero se reformara tímidamente una parte accesoria del modelo, pero muy rápidamente, en cuestión de semanas o meses, los mismos que parecía que abrían, vuelven a frenar y vuelven a cerrar. No nos engañemos ni nos confundamos
Mi columna del 8 de enero pasado: “Cuba: la hora del Plan B” ha tenido diversas reacciones por parte de los lectores. Ese es el propósito, fomentar el debate público que es espacio y escuela para la democracia que queremos construir
Quiero compartir con ustedes una experiencia que es, cada vez, más frecuente en mi vida. La vivencia tiene dos etapas: la etapa de la frustración del “Plan A” y la etapa del deslumbramiento cuando se descubre qué sería de nuestra vida con un “Plan B”
Hoy comienza el 2024. El pueblo cubano lucha por sobrevivir o escapar en medio de la mayor y más profunda crisis terminal de los últimos 65 años. El rostro de Cuba se ha hecho casi irreconocible. Una gran mayoría de los cubanos, alrededor del 84 % de la población actual, nació
Hoy es Navidad. Pero es lunes y quiero compartir con los lectores un tema en el que he reflexionado mientras ocurría la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional de Cuba. No voy a comentar sus decisiones y su unanimidad. Es tema muy tratado. Quiero meditar en algo más profundo, más a la raíz del problema. Se le llama meritocracia
A finales de la semana pasada, se celebró en La Habana el VII pleno del Comité Central del PCC, que según la Constitución socialista de 2019: “es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado” (Artículo 5). Por tanto, desde el punto de vista formal, es ahí donde se toman decisiones que afectan la vida de toda la sociedad
Se acercan las fechas más entrañables y señaladas de la cultura cubana: Nochebuena, Navidad, Fin de año y Reyes Magos. Despiertan el sabor agridulce de la nostalgia. Los mayores hacen memoria de las celebraciones más tradicionales. Los cristianos tratamos de centrar la médula de estas celebraciones: el nacimiento de Jesucristo y el final y comienzo de otro año de la era que marcó ese nacimiento