Viernes de Rosalia
Para el curso 2021-2022 los uniformes escolares de las diferentes enseñanzas tendrán cambios en su diseño. Según leí en un artículo del periódico Granma el país ha destinado cuantiosos recursos, dado que el 98 porciento de la materia prima empleada en la fabricación de estos es importada.
Las nuevas propuestas de diseño y modernización son bien recibidas, los cambios definitivamente pueden ser muy buenos, siempre que se hagan con responsabilidad y base sólida. Es sabido por todo buen cubano, el dilema a la hora de comprar los uniformes escolares, y las carreras que hay que dar para adquirirlo. Muchos padres están preocupados de que por el momento no podrán obtener los uniformes donados de los que van pasando de grado, que siempre vienen bien.
Nuestro país pasa por el momento más difícil a lo largo de la historia, eso es un hecho claro y evidente, y el sistema educativo es una muestra clara de ello. Todo esto en medio de una pandemia que ha retrasado aún más cualquier mejora de la situación.
Sin hacer mención del adoctrinado plan educacional en cada una de las enseñanzas, que es el problema más serio, puedo mencionar la falta de educadores preparados y capacitados para impartir clases, la falta de materiales y útiles educativos y el mal estado e higiene de muchas escuelas. Lo antes mencionado debería tener mayor prioridad para las autoridades pertinentes que el cambio de diseño del uniforme.
Esto puede ser una motivación en medio de tanto caos y descontento, pero si no se cubre lo más importante, de nada sirve, es como el dicho, que poco me gusta, pero viene bien en ejemplo, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
- Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
- Miembro del Consejo de Dirección del CEC.
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