BANCOS, PYMES Y FUTURO

Miércoles de Quintana    

La administración norteamericana no ve con malos ojos que bancos de allá tengan cuentas en Cuba. Pero prohíbe que bancos cubanos operen cuentas en Estados Unidos. Eso de malos ojos no parece un término económico, más bien tiene tufo de brujería. Pero no, nada de eso. Varias decenas de emprendedores cubanos que viajaron recientemente a Miami, han concordado con contrapartes miamenses en que hay muchos obstáculos para desarrollar inversiones y comercio entre emprendedores de allá y de acá, cubanos, cubanoamericanos y norteamericanos. Pero hay dos problemas de inicio inevitables: El mercado cambiario en Cuba y el flujo financiero expedito entre bancos de las “dos orillas”. Hay quienes piensan que el problema del mercado cambiario de Cuba se resuelve sencillamente liberándolo, con tasas de cambio flotantes, regidas por las leyes del mercado. ¿Qué opina usted?

El otro problema, el de los bancos, se complejiza más ahora que Moscú autorizará la apertura de filiales de bancos rusos en la Habana. Esos bancos no vendrán en balde. Prestarán dinero para inversiones y para el comercio. Harán préstamos a Mipymes y a grandes empresas, y a todo el que demuestre capacidad de pagar los intereses y devolver el principal. Alguien dijo en Miami que no se debe olvidar el dicho popular “que el que da primero, da dos veces”. No, no fue Carlos Saladrigas, la cabeza visible de la organización del evento en Miami. Lo que si recomendó a los emprendedores de acá fue “humildad. Capacidad para reinventarse. Planificación estratégica y enfoque en objetivos claros”.

Se discutió sobre leyes y normas legales relacionadas con el embargo.  El bufete Akerman se ocupó de conducir estos debates. Buscaban brechas en las normativas del bloqueo. Hubo dos exalcaldes miamenses en la reunión. Muy activos e interesados.

El fruto tangible de la reunión fue “la rotura del hielo”, el hallazgo de algunos consensos y la certeza que el futuro pasa obligatoriamente por el camino allí comenzado.

Ahora, fruto, fruto, solo la empresa de John Kavulich en La Habana. Una pequeña inversión de 25 mil dólares, sin importancia práctica para la economía cubana, pero con valor simbólico de hito histórico. Hay quienes piensan que es, además, la prueba con la cual el gobierno de Biden justifica su tesis de que el bloqueo no existe.

Hasta pronto.

 

 


  • José Antonio Quintana de la Cruz (Pinar del Río, 1944).
  • Economista jubilado.
  • Médico Veterinario.
  • Reside en Pinar del Río.
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