Preso el antílope o la plena libertad de la expresión poética
Un día de 1990, al poco tiempo de comenzar mi vida de exiliado en Union City, New Jersey, caminaba por la conocida avenida Bergenline cuando descubrí en unquioscode periódicos y revistas, que reservaba un espacio para la venta de libros, una antología de poetas cubanas en Nueva York, bajo el sello editorial de Betania, que aún dirige en España el poeta Felipe Lázaro