Por Martha Beatriz Roque Cabello
El pasado mes de febrero, al tomar Raúl Castro posesión de su cargo, como presidente del Consejo de Estado y de Ministros, decidió posponer para diciembre la formación del Consejo de Ministros, ya que la Constitución de la República establece en su Artículo 75: “Son atribuciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular: ll) designar, a propuesta del Presidente del Consejo de Estado, al Primer Vicepresidente, a los Vicepresidentes y demás miembros del Consejo de Ministros”.
Esto se debió, según manifestara el propio Raúl Castro, a la necesidad de tomarse algún tiempo para modificar la estructura de la Administración Central del Estado, con la reunificación de algunos ministerios. Aunque ciertamente se han llevado a cabo nominaciones de Vice Presidentes del Consejo de Ministros en este tiempo, José Ramón Fernández y Ricardo Cabrisas, fueron promovidos para esos cargos.
A pesar de que el Consejo de Ministros es el máximo órgano ejecutivo y administrativo, y constituye el Gobierno de la República, no fue ni siquiera ratificado en esos momentos, y el país está a la espera de estas reformas.
En varias ocasiones se han llevado a cabo reestructuraciones de este tipo, por ejemplo, cabe recordar que el Ministerio de la Industria Azucarera, era parte del Ministerio de la Agricultura. Hasta hace poco tenían estructuras que se repetían, ya que en ambos se producen alimentos provenientes del agro. La voz popular, que algunas veces no se equivoca, daba ya por hecho la reunificación de estas actividades.
Sería una forma de racionalizar los recursos, sobre todo los humanos, ya que en la medida en que ha transcurrido el tiempo, de estos 50 años de experimento, ha ido disminuyendo la cantidad de personas que quieren trabajar en el campo. Antes de 1959 esto era una tradición que pasaba de padres a hijos y todo el mundo quería cultivar su pedacito de tierra.
Todo parece indicar, que se quiere hacer creer que este cambio de estructuras –que evidentemente, no solo afectará la agricultura- será la solución para los graves problemas económicos, sociales y políticos que tiene el país. Pero si el colofón de cualquier nación es la creación de riquezas, sólo con una mirada a los campos llenos de marabú, se puede afirmar que no hay motivos económicos suficientes para estimular la producción, independientemente de cualquier sistema de pago que quiera introducirse, seguirán siendo experimentos para mantener la gerontocracia pegada al poder.
Como este es un pueblo acostumbrado al triunfalismo, y lo más sombrío de todo es que lo acepta, esta supuesta solución llevará a titulares como el que aparece en la primera página del Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, el día 1ro de noviembre, (Día de todos los Santos, para la Iglesia Católica), “Pese a todo la economía crecerá”.
El ministro de Economía y Planificación, se atreve a asegurar que a pesar del cálculo inicial de 5 mil millones de dólares en pérdida por los huracanes -que hoy se considera mayor- el presente año (2008), será de crecimiento económico para Cuba. La explicación es muy sencilla, a pesar de lo que pasó en el segundo semestre, el primero cerró con un 6% de crecimiento.
A diferencia de otros países del mundo, cualquier repunte del PIB (Producto Interno Bruto), se siente en la economía familiar. Aquí fuera de las necesidades de todo tipo que sufre la familia cubana, no hay ningún otro efecto que se traslade del primer semestre hacia el segundo. Por el contrario, cada día es más visible el desmoronamiento de los llamados “logros” de la Revolución. La educación se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los padres, a pesar del anuncio con bombos y platillos, que los maestros jubilados se incorporarían a las aulas. La asistencia médica ha llegado a sus peores condiciones, sin tomar en cuenta que los programas de prevención de enfermedades, que llevaban a cabo los médicos de la familia, prácticamente están desaparecidos, al igual que los consultorios médicos de las cuadras, que algunos han sido entregados a afectados de los huracanes.
Por otra parte, la situación de los deportes, es decepcionante para los fanáticos del género. Y cada vez que un equipo deportivo sale fuera del país, se descompleta, pues sus miembros prefieren no regresar. No desertan, como regularmente se manifiesta, ya que no son militares.
Después de tantos años de ineficiencia y falta de mano de obra, porque mucha gente no quiere trabajar, el gobierno se ha percatado que la Población Económicamente Activa envejecerá, de forma tal que hay que buscar soluciones. La salida alcanzada es la promulgación de una nueva Ley de Seguridad Social, que está siendo “discutida” en los diferentes centros de trabajo, con la aprobación “unánime” de todos los trabajadores; porque eso sí, a pesar de los pesares, en Cuba nadie discrepa y si se atreve a hacerlo, inmediatamente se desaparecen sus posibilidades de repetir la discordancia.
Ciudad de La Habana, 1 de noviembre de 2008
Martha Beatriz Roque Cabello
La Habana, 1945
Licenciada en Economía.
Coautora de “La Patria es de Todos”
Única mujer de los 75 presos de conciencia de 2003.
Miembro de Agenda para la Transición en Cuba.
Reside en La Habana.