Todos sabemos que lo que se gana como sueldo en Cuba no le alcanza a nadie. Hasta los que nos pagan lo saben y puede que a alguno de ellos no les alcance tampoco. Esto es grave por las consecuencias que a corto plazo puede traer a todo tipo de producción.
Toda persona tiene la necesidad y el derecho de ser estimulada por un salario con el que pueda adquirir lo elemental para tener la energía suficiente y continuar en cada tarea asignada. Hace mucho que este mal ocurre y la preocupación es más cuando los sueldos son los mismos y los productos a consumir aumentan por día. Esto también lo sabemos todos y los que los aumentan también. Pero son las consecuencias las que preocupan a todos.
Si anotáramos en una lista los productos a los que les han subido el precio, encontraríamos que son la mayoría, casi en una carrera maratónica. Para los sueldos en Cuba son casi imposibles de alcanzar.
¿Qué producción se puede esperar de un obrero en estas condiciones? ¿Qué calidad en lo que hace? ¿Qué puntualidad y responsabilidad pedirle? Este obrero necesita también de un sindicato que no sea mejor amigo del jefe que del obrero.
El resultado de lo antes explicado salta a la vista cuando vemos los comercios vacíos y las colas para casi todo, y de lo poco que va quedando, si fuera rebajado a un precio acorde con lo que se gana, en pocas horas solo veríamos los anaqueles vacíos.
En cualquier parte donde vivan los propietarios reales no ocurriría algo semejante. No conozco ningún caso al que no le alcance lo que le pagan al trabajador, porque a los dueños no les convendría. Necesitan hombres y mujeres con sus problemas resueltos, factor imprescindible para el desarrollo de cualquier país.
No hay otro.
Luis Cáceres Piñero (Pinar del Río, 1937).
Pintor. Reside en Pinar del Río.