Últimamente es normal ver en los niños conductas inadecuadas, ya sea en el hogar o en espacios públicos, esto es un serio problema que presenta la sociedad cubana, dado que gran parte de las nuevas generaciones desconocen principios básicos como el respeto, la responsabilidad, el amor al prójimo y un adecuado comportamiento ante las diferentes circunstancias que se van dando en el día a día.
La educación comienza en la casa junto a la familia, se fortalece en la escuela y en el ambiente social en que los individuos se encuentren, por lo que es importante mantener un equilibrio en todos estos espacios, que confluyan en un bien personal y social.
Muchas familias cubanas no les dedican a sus hijos un tiempo de encuentro, en el cual se brinde un espacio para el juego, para conversar y compartir opiniones, para leer un buen libro, para planear un paseo familiar, para decir lo importante que cada miembro es para la familia, para enseñar que el amor por los demás nos hace grandes de alma y de espíritu. Se trata de justificar este problema con las complicaciones que se viven día a día, y es real que existen muchos obstáculos que agobian, agotan, limitan el tiempo y hacen parecer imposible que buenos momentos familiares se den seguidamente, pero hay que sentir la importancia y lo fundamental que estas actividades son para el bien personal, familiar y social.
Se escuchan niños de muy corta edad diciendo malas palabras, faltando el respeto a otros niños y a los mayores, actitud que muchas veces no es corregida por los padres. Los niños ya no quieren jugar juegos acordes a su edad, sino quieren hacer lo que hacen los mayores. Los adolescentes están quemando etapas hermosas y en muchos reina una maldad y una picardía que da miedo.
Mucha de la música que escuchan los niños y adolescentes hoy en día tiene contenido vulgar y denigrante. Los bailes son provocativos y sensuales, y esto ocurre en la casa, en las escuelas y en la comunidad.
Soy consciente de que los tiempos y los moldes cambian, pero cada etapa tiene sus propios cambios. El respeto es respeto de cualquier forma y color. La familia y la sociedad cubana tienen que trabajar en la recuperación de valores que se están perdiendo y son fundamentales para el presente y futuro de los cubanos y la nación.
Los niños de hoy son los hombres del mañana, hay que trabajar por un mejor porvenir.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.