Vivienda situada en la calle Delicias, esquina a Polvorín. Foto Rosalia Viñas
Desde sus inicios, al igual que en todo el país, nuestra ciudad sufrió el atraso secular de los tiempos pasados. Pinar del Río se destacó también en sus construcciones coloniales, en algo deterioradas por falta de recursos, aunque conservan su frescura natural. Sin embargo, aún siendo centenarias, se consideran patrimonio del pueblo.
Estas construcciones se destacaban por sus columnas cuadradas o redondas con sus preciosos capiteles que descansaban en los arquitrabes del tejado a una y a dos aguas con sus techos altos, frescos, agradables y cuadriculados con maderas preciosas y resistentes que se sitúan en el caballete de dicha fabricación.
Este tipo de construcción dio lugar a la industria de fabricación de tejas y alfarería de varias características: tejas criollas y catalanas, así como francesas, además de ladrillos de barro cocido, en su mayoría de tamaño rectangular. Para levantar las columnas de tipo redonda fabricaban el ladrillo de media luna.
Entre estas industrias de tejas y alfarería existentes en Pinar del Río podemos mencionar las siguientes:
– Simón Bueno Rivero situó una industria de tejas y alfarería el 15 de enero de 1895, en el km. 5 de la carretera a San Juan.
– Roberto Munné Rodríguez, con el nombre de “La Fortuna”, comienza a producir ladrillos y tejas en el km. 2 ½ de la carretera a La Coloma.
– Majín Millo, situado en el km. 3 de la carretera a Luis Lazo comienza la fabricación de tejas y ladrillos.
– El tejar Capote se crea en 1860, considerado como uno de los más antiguos conocidos en nuestro territorio. Posteriormente, pasa a ser propiedad de José García (Pachín) el 1ero de enero de 1898, ante el Notario José A. Caíñas en los mismos terrenos donde estuvo situado el cabaret Pachín.
– El tejar de Haydé Simón Naranjo se funda en 1950.
– Norberto Fernández Fuentes poseía un tejar y alfarería, situado en el km. 4, carretera a La Coloma.
– Pedro Hidalgo contaba con un tejar en el reparto Carreño, cerca del cementerio Católico.
– El tejar de José A. Suárez estaba situado en la carretera a San Juan. Se fundó el 16 de marzo 1956.
Nos dirigimos a las autoridades competentes para exhortarlos al cuidado que se debe tener con este tipo de fabricaciones que forman parte de nuestro patrimonio, así como propiciar el mantenimiento de otras casas poniendo como ejemplo urgente la que está situada en la calle Delicias, esquina a Polvorín, por el peligro que ofrece actualmente a los transeúntes. Además de tratarse de una construcción más que centenaria.
Los tejares y las alfarerías en Pinar del Río mantienen por esta, y otras muchas razones, una importancia no solo utilitaria y comercial, sino, y sobre todo, patrimonial.
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Wilfredo Denie Valdés (Pinar del Río, 1926).
Periodista. Licenciado en Historia.
Historiador de la ciudad de Pinar del Río durante mucho tiempo.
Fundador del Movimiento 26 de Julio en su provincia.
Fue director del Instituto de Amistad con los Pueblos en Pinar del Río.