Faith

Por Maikel Iglesias Rodríguez
Cuando un hombre muere, la gente alrededor de él disputa.
Uno declara que se fue para siempre; otro sostiene que aún vive.
¿Cuál es la verdad?
El Katha Upanishad
Nelson Mandela

Nelson Mandela

Madiba es el nombre de un santo africano,
la aurora que se eleva sobre las montañas Drakensberg,
para unir al elefante y al dragón de la memoria
en los hornos celestiales del fuego bendito.
Una cascada bantú
llamada Nelson Mandela,
que desciende sin violencia entre las tribus xhosas,
y traspasa las rocas de la ínsula de Robben
regando los milagros de la libertad,
como un prócer
redentor
de los surfistas.
uKhahlamba y Mbashe
que armonizan los chasquidos de las patrias y guerreros
en un himno de Boers y Zulúes,
dedicado a los espíritus australes
que entornan sus pupilas para siempre al País del Arco Iris.
Es un angelito negro a quien el odio nunca puso máscaras
ni le embriagaron champañas de apartheid y bantustanes,
tampoco el miedo consiguió plantarle rejas a su corazón profeta.
Su vida es un conjunto de lecciones para no perder la fe,
una prueba de que existe un gesto más valiente
que empuñar las alabardas del crepúsculo,
contra todo el que escuda en la penumbra su pedazo de verdad;
el peor de los Sidas terrenales,
es dejar indefenso y sin luz a tu propio paisano.
Nkosi sikelel’ iAfrika,
Nkosi sikelel’ iMadiba,
Maluphakanyisw’ uphondo lwayo.
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Maikel Iglesias Rodríguez (Pinar del Río, 1980).
Poeta y médico.
Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
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