Visita la revista Convivencia a Mons. Siro, obispo emérito de Pinar del Río

Por Dagoberto Valdés
 
El domingo 17 de marzo de 2013, doce miembros de la revista Convivencia realizaron una visita a Mons. José Siro González Bacallao, obispo emérito de Pinar del Río, en víspera de la Fiesta de san José, su santo patrono, que se celebra cada 19 de marzo.

Por Dagoberto Valdés Hernández
 
Visita de algunos miembros de la revista Convivencia a Mons. José Siro González Bacallao.
Visita de algunos miembros de la revista Convivencia a Mons. José Siro González Bacallao.

El domingo 17 de marzo de 2013, doce miembros de la revista Convivencia realizaron una visita a Mons. José Siro González Bacallao, obispo emérito de Pinar del Río, en víspera de la Fiesta de san José, su santo patrono, que se celebra cada 19 de marzo.
 
Como siempre, Mons. Siro nos recibió con su amplia y acogedora sonrisa en su pequeña casa de la calle Mangos de Roque en el municipio Mantua, Monumento Nacional, a escasos metros de aquel histórico lugar donde culminó Maceo su Invasión de Oriente a Occidente.
Primero que todo hicimos una visita a su capilla privada, diminuta pero pletórica de fe y símbolos de su profunda y esencial piedad: un Cristo crucificado turco, la reproducción de la imagen de la Virgen de la Caridad de El Cobre, la imagen del venerable Padre Varela, del beato Olayo, de san Rosendo, Patrono de Pinar del Río y san José, su propio santo protector.
 
Luego de una breve oración, pasamos a la Granja san José y su museo campesino. Verdadero centro de evangelización de la cultura campesina, el acogedor bohío tradicional sin paredes, para ser más incluyente, recopila y expone, debidamente identificados, una exhaustiva colección de objetos, útiles del hogar, instrumentos de trabajo, obras artesanales, patrióticas, religiosas y decorativas.
 
Rodea a este reservorio de la familia rural cubana una limpia, educativa y variada colección zoológica y botánica de especies, endémicas, alimenticias o curiosas, que también debidamente señalizadas con sus nombres comunes y científicos hacen de este patio un rendido homenaje a la madre naturaleza y a su divino Creador. En su centro, como señal de la vitalidad de la casa y su ilustre anfitrión, surte alto, elegante y alegre una fuente cuyo nombre es todo un símbolo y un programa de vida: san Francisco de Asís, patrono de los ecologistas.
 
Mientras compartíamos la jovialidad proverbial de Mons. Siro y sus inagotables anécdotas y moralejas, manifestamos nuestra filial comunión y alegría con el nuevo sucesor de san Pedro, el Papa Francisco, electo hacía solo 4 días, y que ya da señales de su estilo de pontificado, su sencillez de vida y su devoción particular a san Francisco. Los visitantes nos mirábamos como para decirnos: no es casualidad, sino providencia de Dios, que estos dos pastores de la Iglesia, consagrados toda su vida al servicio de los pobres, tengan al poverello de Asís como modelo e inspirador de vida.
 
Luego vinieron las fotos familiares en el museo campesino y en la fuente de las sonoras tinajas que le regalara al Obispo emérito de Pinar del Río el que también fuera Arzobispo emérito de Santiago de Cuba, Mons. Pedro Meurice, su gran amigo, ya descansando en la Casa del Padre. Y una interminable despedida, como quien se siente en su propia casa y en compañía del padre mayor o para algunos del abuelo sabio y cariñoso que no sabe hacer otra cosa que querer y enseñar, con su vida y sus palabras de aliento.
 
¡Gracias, padre obispo, pastor amigo, orante en constante contemplación de la naturaleza, cristiano ejemplar! Tus antiguos colaboradores, fieles a tus enseñanzas y sobre todo a tu incansable ejemplo, continúan hoy, a la intemperie del mundo en que les ha tocado vivir, la obra ardua y apasionante de la evangelización de la cultura, mandato del Maestro de Nazaret, del pobre carpintero de Galilea, del predicador de a pie que, con solo doce hombres, hizo del mundo un hogar de convivencia, como el tuyo, aún en construcción.
    
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Dagoberto Valdés Hernández. (Pinar del Río, 1955).
Ingeniero agrónomo. Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004,
“Tolerancia Plus” 2007 y A la perseverancia “Nuestra Voz 2011”.
Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2006
Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.
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