Por Yoandy Izquierdo
En la tarde-noche del domingo 4 de noviembre algunos miembros del equipo de Convivencia tuvieron el privilegio de ser invitados a participar en las actividades de celebración con motivo del 50 aniversario de Vida Cristiana.
Por Yoandy Izquierdo Toledo
En la tarde-noche del domingo 4 de noviembre algunos miembros del equipo de Convivencia tuvieron el privilegio de ser invitados a participar en las actividades de celebración con motivo del 50 aniversario de Vida Cristiana.
La ocasión reunió a muchos en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Reina, donde tuvo lugar una misa presidida por el Sr. Cardenal de La Habana Jaime Ortega Alamino, su obispo auxiliar Monseñor Juan de Dios Hernández, el Padre Alberto García, director de la publicación católica dominical y otros sacerdotes. Quiso Dios que el Evangelio proclamara ese día, tan oportuno para la ocasión, el amor al prójimo como tema central. En su homilía el Cardenal hizo énfasis en que el amor todo lo puede, todo lo espera; recordó las palabras del Presbítero Félix Varela cuando dijo “No hay Patria sin virtud”, resaltando que la virtud está en el amor, más que en el conocimiento y recordó la primera Carta Encíclica del Papa Benedicto XVI para hacer un llamado a vivir en la fe y en el amor en todas sus facetas.
Concluida la misa tuvo lugar una velada cultural que fue iniciada con unas palabras sobre Vida Cristiana seguidas de la invitación del Padre Alberto para que, según él, otras voces, tomaran la palabra. Recordó cuando compartió en Pinar del Río, hace más de seis años en el X aniversarios de la revista Vitral y por ello cedió la palabra a quien fuera su director en aquel entonces y actual director del proyecto y la revista Convivencia, Dagoberto Valdés Hernández.
Dagoberto centró sus palabras en un infinito agradecimiento a esta publicación, a “esta hojita” como todos allí le llamaron, símbolo de la perseverancia, de cuánto se puede lograr por el amor a Cristo, a Cuba y a su Iglesia. Resaltó que Vida Cristiana es hoy un signo de hasta dónde se puede llegar si creemos verdaderamente en la fuerza de lo pequeño y en la utilidad de la virtud. Dio gracias además, a la hermana mayor de todas las publicaciones que después surgieron en el seno de la Iglesia, por ese catecismo necesario, sencillo pero directo, que tanto bien le hace a la familia cubana. Por último agradeció al Padre Alberto, al Consejo de Redacción de Vida Cristiana y a Dios por esta celebración y por enseñarnos que “todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.
El Consejo de Redacción y equipo de trabajo de la revista Convivencia agradecen de manera muy especial al Padre Alberto García y al equipo su invitación, felicitan a Vida Cristiana y los anima a continuar trabajando por amor a Cuba y a su Iglesia.