Palabras del Catálogo de la Expo País de Píxeles
Por Orlando Luis Pardo
Mientras más árido sea un desierto, más exuberante será su representación. La Habana, Cuba, los años cero o dos mil son nuestra puesta en escena. Páramo o Paraíso: a estas alturas de la historia de una isla perdida en los encuadres del Caribe, ¿cómo distinguir? A estas alturas de una historia hipostasiada de héroes sin histología, ¿para qué distinguir?
Basta
Basta con el instante intangible, indetenible: irreparable visión que cada cubano se construye de Cuba. Por supuesto, un país es mucho más que la simple suma de sus jpg ciudadanos, pero por alguna parte habría que empezar a narrar. Una imagen vale menos que once millones de píxeles, por supuesto, pero por alguna parte hubo que empezar a protagonizar.
El futuro es un flachazo, efímero pero muy eficaz. Somos testigos terminales del ahora-y-aquí. El pasado está pasado de moda.
Profesionalismo, improvisación, trípode, oficio, cinismo, ingenuidad, desenfoque, candidez, luminarias, Adobe, provocación. La cámara y la computadora no importan (la técnica no es la técnica y sin técnica si hay técnica), desde la ostentosa Canon 5D hasta el Bluetooth ostensible de un teléfono celular Made in China: en un PAÍS DE PÍXELES todo está permitido, en nuestra patria virtual la censura es solo otro motivo de composición.
Bienvenidos al foto-blog colectivo País de Píxeles.
WWWelcome.cu a la página imperfecta pero policromática de
Viva la inverosímil verdad de las imágenes. Viva la vida.
Viva el lujo limítrofe de la libertad.
CIUDAD de La Habana, Febrero de 2012.