Por Wilfredo Denie Valdés
En las postrimerías de la década del 20 del siglo pasado, gobernaba en Nueva Filipina el teniente gobernador José Aguilar. Ya en ese período existía una cantidad suficiente de habitantes en Vueltabajo, por lo que este comenzó a realizar gestiones encaminadas a organizar un sencillo servicio de correos que pusiese en comunicación a este territorio con La Habana. Establecido por el teniente gobernador, sin aguardar a que fuese aprobado oficialmente por la Capitanía General de la Isla, comenzó a funcionar, costeado por particulares, el primero de diciembre de 1828, utilizándose caballos y posteriormente barcos de cabotaje.
El incipiente movimiento de comunicaciones, se inició con dos viajes de ida y vuelta cada mes entre ambos territorios. La correspondencia procedente de Nueva Filipina se recibía en el comercio de José Antonio Díaz de Bustamante, situado en la esquina de Teniente Rey y Plaza del Cristo, en La Habana Vieja.
La correspondencia se recogía y se entregaba en las administraciones de “Rentas Reales” de Pinar del Río y de Candelaria, y en las receptoras de tales Rentas en Consolación del Sur, Los Palacios y San Cristóbal. A La Habana llegaba los días 3 y 17 de cada mes, y a Pinar del Río el 8 y el 22.
La tarifa era de un real y medio por una carta de medio pliego y hasta cuatro reales por cada onza de peso. Los funcionarios de la Real Hacienda eran los encargados de atender el correo y lo hacían voluntariamente. Desde el primero de enero de 1830 hasta el 30 de junio de 1831, la ganancia fue de 18 220. 50 pesos. Es de señalar que en aquella época todavía no existían los sellos.
En 1834 se oficializó el Correo de Pinar del Río por Real Orden, siendo teniente gobernador José Cavalla y Castro quien nombró administrador a su hermano Roque.
La administración de Rentas Reales y Correos de Pinar del Río comenzó a funcionar en la esquina del camino hacia El Cangre, (posteriormente nombradas calle Real, Mayor, Cánovas del Castillo y por último, Martí) y de la “calle de los Marañones”, (después camino de San Mateo, calle Vélez Caviedes y hoy Gerardo Medina Cardentey), precisamente donde se encuentra la tienda de tejidos “El Bazar Cubano”. Desde ese lugar se recogía y entregaba la correspondencia.
En el año 1850 la administración de Correo fue trasladada para la esquina del camino de Río Feo, que posteriormente se llamaría camino a San Juan, y calles McKinley y Manuel Landa (hoy Rafael Morales), y la actual calle Martí, lugar donde estuvo situada la farmacia de Juan Francisco Domínguez, después de Legorburgo y por último de Isaura Díaz.
El telégrafo en Pinar del Río
Por Real Orden del primero de enero de 1868 se estableció el servicio telegráfico en Pinar del Río. Estas dos actividades de servicio, telégrafo y teléfono, se unieron en una sola dirección. A partir de esa fecha comenzaron a radicar en la calle Máximo Gómez, número 52, entre Vélez Caviedes y Recreo.
Al producirse la intervención norteamericana se designó como administrador a Charles Reynard en el telégrafo y posteriormente a Martín Herrera en el servicio de correos. En ese período las oficinas de “Correos y Telégrafos” comenzaron a radicar en la calle Vélez Caviedes, al lado de Coppelia (antigua forrajería “La Favorita”). En 1915 estas pasaron al frente de la propia calle (hoy Taller de Refrigeración).
Sucesivamente fueron administradores de “Correos y Telégrafos”, Julio Díaz, Arturo de la Torre, Antonio Cué Acosta y Pedro Behéty Obregón, y Carlos Calleja. Al separarse estos servicios continuó en el cargo de administrador de Correos Carlos Calleja. A partir de 1952 asumió la administración Wilfredo Montesino.
Y por último, después 1959, las oficinas de “Correos y Telégrafos”, fueron trasladadas para la esquina de Martí y Recreo, lugar donde funcionó con anterioridad la tienda de tejidos “La Isla” y posteriormente los almacenes “Mi Tienda”.
Internet y Telefonía Celular desplazan aquellas formas de comunicación.
La vida de hoy es muy distinta y el mundo ha cambiado. Hoy las comunicaciones tienen carácter de cuarto poder y la Red de Redes, llamada Internet conecta todos los rincones del mundo. El telégrafo ya casi ha desaparecido y el correo postal ha perdido la preponderancia que tenía. Los correos electrónicos, el chateo en tiempo real y los teléfonos celulares constituyen hoy los canales que antes ocupaban el correo ordinario y los telegramas. Claro… sobre todo en países donde el acceso a Internet y a estos servicios telefónicos son un derecho y están al acceso real de todos.
Wilfredo Denie Valdés (Pinar del Río, 1926) Periodista. Lic.
en Historia. Historiador de la ciudad durante mucho tiempo.
Fundador del Movimiento 26 de Julio en su provincia.
Fue Director del Instituto de Amistad con los Pueblos en Pinar del Río.