Por Luis M. Cáceres
Tanque de agua para cocinar, sucia, color chocolate por el viejo y abundante abate ya vencido y acumulado en el fondo.
Por haberlo limpiado, fue la primera multa.
Ya limpio con agua fresca y más abate nuevo. Un tiempo después, varias larvas en el mismo viejo tanque por una supuesta penetración del mosquito por un pequeño agujero que había debajo de la tapa. Mientras ponían la multa, iba yo botando el agua con larvas; ya todo limpio, el trabajador de la salud se dirige al tanque, le echa abate y unas gotas que extrae de un pomo-gotero. Me dice muy serio:
__Si hubiera tenido lo que le acabo de echar, no hubiera tenido larvas…
Sin embargo, la multa me la pone a mí.
Tapo el pequeño agujero de mi viejo tanque, con el deseo de comprar uno nuevo, pero ¿dónde están? ¿Cuál es el precio?
Tiempo después, otra visita: hombre prestidigitador con linterna, jeringuilla, gotero y bacilo en las manos. Destapa el tanque y dice:
__ Hay una larva_ mientras señala al fondo con su linterna.
Yo no veía nada.
__Hay que esperar que suba- me responde.
Yo seguía sin ver nada, hasta que, de repente, con una rapidez diabólica, apareció dicha larva ya dentro del bacilo, con la tapa puesta. El hombre salió para la calle con la prueba del delito y regresó al momento, con el que me pondría la multa, que era el jefe de brigada.
__Pero es un tanque tapado y con abate- le dije.
Le pregunto además sobre la posibilidad de que la larva hubiera entrado por la misma tubería del agua, ya que en una ocasión entraron mosquitos muertos. Me dice:
__ Los mosquitos estaban muertos, pero la larva estaba viva.
Le pregunto:
__ ¿Por qué con abate hay larvas? Me dice: que el abate no es para evitar posibles larvas, que es como el enfermo en fase terminal a quien le suministran un medicamento para aliviar la enfermedad.
No entendí nada pero sí me dijo muy claro que eran 50 pesos. Le pedí el carné explicándole que quería saber quién me ponía la multa por una larva y la forma de su captura.
Me amenazó con aumentar a 300 pesos o llevar el caso a un tribunal porque lo estaba maltratando.
Por suerte esto es un caso aislado, la mayoría de estos trabajadores son buenos y educados, pero no es culpa de ellos lo de los tanques viejos sin tapas o rotos y la baja calidad del producto que utilizan, tampoco los muchos horarios indeseados para la fumigación.
Hay dos buenas soluciones a este largo problema: tanques nuevos a precio justo o agua permanente en las llaves así no existirían los tanques, nadie almacenaría agua.
A continuación, nota de un periódico oficial:
En lo que va del actual año, en la ciudad de Santa Clara se duplicó el número de focos detectados. El 70% de los focos se encuentran en los tanques de agua destapados o mal cerrados.