Ricardo López Lorente (Estudiante de Geología Universidad Hermanos Saíz, Pinar del Río)
vacío.
después de sentir como el país destripa
las penas y los cabezazos
contra el mar,
la ciudad ironiza un sepulcral contenedor
envejecido
mohoso.
desprenderle a la educación un no-estadío
es barrer el parlamento,
y empiezo a contar los astros
tú reapareces
construyes la pirámide
obligas a renunciar
¿Cómo decirle a mi hijo que su tiempo no ha llegado?
mis dedos amanecen.
tal vez la ironía son todos ustedes.
una gaita suena para reventarle a los dioses
sus estándares.
su mirada traía culpa
la cabeza gacha
un cantar de flores
y estas allí
al indicio de mi fraude
de un modo u otro
tiempo sobra para que seamos pares.
las calles están sucias
de mi cuerpo.
un mar, unos mares que desoyen a la bestia
que traigo dentro, y muere
duele gritar su muerte y morirse.
mi país es un juguete en el viento.
la ciudad alaba a los cadetes emisarios
y tú eres la vieja enseñaza:
ella es capaz de atender
aquí la solución no es reclamar lo que no dije:
la manzana está en el árbol
de nuestros mástiles
y el muro se pierde en horizonte a la gaviota.