Por Miriam Leiva
Parlamento Europeo
La Unión Europea, integrada por 27 países, acordó el 18 de junio levantar las medidas tomadas en 2003 respecto al gobierno de Cuba, ¨para facilitar el proceso de diálogo político y permitir el uso pleno de los instrumentos de la Posición Común de 1996¨.
En realidad es necesario distinguir dos aspectos en las Conclusiones del Consejo de la UE. Por una parte está la eliminación de las medidas, y por otra las posiciones fijadas claramente, que denotan un arduo proceso de análisis y discusiones hasta el último momento, cuyo ejercicio de redacción expone conceptos vitales para el pueblo cubano y la búsqueda de palabras precisas para no dejar nada al azar o la interpretación.
Según se ha comentado, existió un grupo de países seguidores de España dispuestos a eliminar las medidas sin establecer posiciones definidas, o sea unilateralmente; otro, posiblemente no tan involucrado en el problema, favorecía alcanzar consenso con la posición anterior; y otro, nunca convencido de suspender las medidas en 2005, sin que las autoridades de Cuba hubieran modificado las causas originarias, y que tampoco han cambiado después de la cesión provisional del poder por Fidel Castro el 31 de julio de 2006 y el nombramiento de Raúl Castro como Presidente el 24 de febrero pasado.
Para mostrar la buena voluntad, se adoptó la fórmula de reconocer la situación existente de facto desde hacía tres años, sentando las posiciones de la UE, respetuosa y constructivamente en los 5 puntos de las Conclusiones, con la precisión final de que ¨con ocasión de la revisión anual de la Posición Común, el Consejo procederá, en junio de 2009, a una evaluación de sus relaciones con Cuba, incluida la efectividad del proceso de diálogo político. A partir de esa fecha, el diálogo proseguirá si el Consejo decide que ha sido efectivo habida cuenta en particular de los elementos que figuran en el segundo apartado…¨
La gran ola represiva en Marzo de 2003 motivó las medidas de la UE. Las 75 pacíficas personas, condenadas a penas de hasta 28 años de cárcel fueron declaradas prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional y el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas reconoció la injusticia, ambos en junio de ese año, y tres jóvenes negros fueron fusilados sólo por haber secuestrado un barco para fugarse del país, sin cometer hechos de sangre, mientras se ha mantenido la represión contra la oposición pacífica y la familia de los reos. Muchos países de la UE enviaron sus diplomáticos a los juicios sumarios, aunque no pudieron ingresar a los tribunales.
Las medidas comprendían el cese de la cooperación, los intercambios culturales, las visitas de alto nivel y la invitación a representantes de la oposición interna a las recepciones por las fiestas nacionales. Esta última fue la más repudiada por las autoridades cubanas que respondieron con el “congelamiento”. No se recibía diplomáticos de la UE en organismo o institución, en un país donde todo es controlado por el Estado.
Las recepciones constituyeron muestras de solidaridad humana y brindaron uno de los pocos espacios dentro de Cuba a las esposas y familiares de los 75, y otras personas. El gobierno cubano las denostaba como encuentros de canapé y bebida. Desde mediados de 2004, las nuevas autoridades de España se propusieron eliminar las medidas, lo que inició el anuncio del entonces nuevo embajador en La Habana de que el próximo año los altos funcionarios cubanos estarían en sus recepciones. Y así fue, en 2005 participó el Canciller y convencieron a los integrantes de la UE para suspender las sanciones, basados en promesas o esperanzas.
Lamentablemente, 55 de aquellos reos son mantenidos en muy precarias condiciones carcelarias y 9 de los que recibieron licencia extrapenal por serias enfermedades, pueden ser regresados a prisión en cualquier momento, y permanecen en Cuba, la mayoría porque no reciben permisos de salida. Miguel Valdés Tamayo, falleció por sus complicaciones cardíacas.
En cuanto a los aspectos contenidos en las Conclusiones de la UE, luego de tomar nota de los cambios emprendidos por el gobierno cubano y el aliento a introducirlos, el ¨segundo apartado¨, al que confiere especial importancia, lo llama a que mejore de forma efectiva la situación de los derechos humanos mediante, entre otras cosas, la liberación incondicional de todos los prisioneros políticos, incluidos los detenidos y condenados en 2003; facilite el acceso a las prisiones de organizaciones humanitarias internacionales; ratifique y aplique el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y culturales, recientemente firmados, y haga realidad el compromiso con los derechos humanos que mostró al firmarlos.
El Consejo confirmó su compromiso con la Posición Común de 1996, reafirmó su determinación a proseguir un diálogo con las autoridades cubanas, así como con representantes de la sociedad civil y de la oposición democrática para fomentar el respeto de los derechos humanos y el avance real hacia una democracia pluralista; y reiteró su llamamiento al Gobierno cubano para que conceda libertad de información y expresión, incluido el acceso a Internet.
Además señala que desde junio de 2007 han tenido lugar a escala ministerial entre la UE y Cuba, y de forma bilateral, debates previos sobre la posibilidad de iniciar un diálogo, que debería abarcar todos los ámbitos potenciales de cooperación, incluidos los sectores políticos, de los derechos humanos, económico, científico y cultural, y efectuarse sobre una base de reciprocidad, incondicional, no discriminatoria y orientada a conseguir resultados. Se menciona que durante las visitas de alto nivel deberían abordarse siempre las cuestiones relativas a los derechos humanos y, si procede, se reunirán con la oposición democrática.
Hasta el presente el gobierno cubano no ha reaccionado oficialmente a las Conclusiones del Consejo de la UE. Fidel Castro las llamó “hipócritas” en unas Reflexiones publicadas en el sitio Cubadebate de Internet, que no han sido reflejadas en la prensa nacional. El Presidente Raúl Castro las evocó el pasado 11 de julio en su discurso ante la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando al referirse a declaraciones del gobierno de Estados Unidos, dijo: “Aunque aquí nadie les ha pedido opinión, reitero que jamás adoptaremos decisión, ¡ni la más mínima!, como resultado de la presión o el chantaje, venga de donde venga, de un poderoso país o de un continente entero… También recordamos cuando en 1996, bajo la misma batuta imperial, los países de la Unión Europea adoptaron la llamada ¨posición común¨ contra Cuba.”
En esa oportunidad, el Presidente anunció decisiones que auguran el inicio de los enigmáticos cambios económicos prometidos desde hace un año, y que habían fomentado esperanzas en el pueblo, tornadas decepción por la demora. Aún en su discurso del 26 de Julio próximo podría abordarlo. No obstante, un ambiente internacional de relaciones normales y amplia colaboración mutuamente ventajosas serían muy propicios para fomentar el bienestar espiritual y material del pueblo.
El comienzo del Siglo XXI brinda oportunidades únicas a gobernantes y gobernados cubanos para alcanzar la justicia social y la reconciliación. Si bien las Medidas de la Unión Europea no debieron suspenderse en 2005 hasta que se apreciara la inexistencia de los motivos que las originaron, y desde entonces eran un fantasma inútil, sus Conclusiones evidencian la aspiración abarcadora de contribuir al avance de un proceso difícil pero promisorio.
La Habana, 15 de julio de 2008
Miriam Leiva (Encrucijada, 1947)
Periodista Independiente cubana. Fue diplomática en varios paises de Europa. miembro fundadora de las Damas de Blanco. Recide en La Habana.