¿Noticias alentadoras sobre la agricultura cubana?

Por Oscar Espinosa Chepe
Campesino arando la tierra.

Campesino arando la tierra.

Desde hace semanas, cada vez, con más fuerza, son escuchadas informaciones sobre el inicio de reformas profundas en el sector agropecuario de la Isla para dejar atrás la agobiante escasez de alimentos, generadora de tantas calamidades, así como de la alta dependencia del suministro exterior superior al 80,0% del total del consumo de tan estratégicos rubros; mientras, paradójicamente, la superficie agrícola del país en más del 50,0 % está ociosa o semi-utilizada y el área cultivada presenta rendimientos, por lo general, muy bajos.

Este escenario, desde hace años gravoso para la economía y en particular para el nivel de vida de los ciudadanos, se ha tornado más delicado y riesgoso en los últimos tiempos con la acelerada escalada de los precios de muchos alimentos a causa de una variedad de factores, entre los cuales cabe señalar el notable aumento del consumo en populosas zonas del mundo, por la considerable reducción de los niveles de pobreza; el uso de alimentos para la producción de bio-combustibles y la continuada alza de las cotizaciones de los combustibles fósiles, con sus negativos efectos sobre los costos de producción agropecuarios.

En tales condiciones los periodos de precios relativamente bajos de los alimentos parecen haber terminado para beneficio de los países exportadores de los variados productos agraciados con esta coyuntura y perjuicios riesgosos para aquellos que dependen altamente de compras en el exterior para poder, con dificultades, alimentar al pueblo, que es el caso de Cuba.

En este contexto, bien poco valen las lamentaciones reiteradamente aparecidas en la prensa oficial. Más utilidad tendría la toma de medidas racionales para aumentar la producción interna agropecuaria, dirigidas a liberar las constreñidas fuerzas productivas y facilitar el adecuado uso de las importantes potencialidades humanas y materiales, ociosas por tanto tiempo en la campiña cubana. 

En consecuencia, resultan alentadores los pronunciamientos del Sr. Orlando Lugo Fontes, vicepresidente del Consejo de Estado y presidente de la Asociación Nacional  de Agricultores Pequeños (ANAP) de que se efectuará la entrega masiva de tierras a quienes deseen cultivarlas, aunque no se han aclarado las modalidades. En principio parece que las áreas se darán en usufructo y deberían otorgarse las garantías necesarias para la permanencia de los agricultores beneficiados. También se requeriría que las extensiones entregadas sean suficientes para la aplicación rentable de novedosas técnicas, así como para el cuidado de los suelos mediante la rotación de los cultivos. No sería beneficiosa la fragmentación de la superficie cultivable  en pequeños minifundios, futuros obstáculos para la producción moderna. 

¿Noticias… 2?

Debe reconocerse que si esta medida de entrega masiva de tierra se realizara en condiciones razonables y quizás con vista a otorgar la propiedad de la tierra y el derecho de herencia, podría provocar el auge de la producción agropecuaria en general para beneficio de agricultores, pueblo y Estado. Como derivación de esta reestructuración agraria podrían crearse apreciables excedentes exportables y además contrarrestar la preocupante situación actual del mercado internacional de alimentos, transformándose la actual coyuntura en un elemento positivo para la economía cubana.

De todas formas habrá que esperar los detalles de estas medidas para poder hacer un juicio exacto.  No obstante, en principio parecen esperanzadoras, si llegaran acompañadas de libertad para los agricultores para cultivar y comercializar sus cosechas.

Al mismo tiempo, otra noticia sobre la agricultura ha creado perspectivas favorables.  Recientemente la Ministra de Inversiones Extranjeras y Colaboración Económica, Marta Lomas, afirmó que el gobierno estudia ampliar las inversiones extranjeras en la agricultura y desmantelar las cooperativas campesinas ¨totalmente ineficientes¨ como parte de las medidas para aumentar la producción de alimentos. Añadió que ¨estamos actualmente estudiando algunas propuestas de negocios en la agricultura¨. Ciertamente, Cuba necesita capital, mercados y tecnología para modernizar el sector agropecuario. La tecnología avanzada es muy importante y debería priorizarse en las negociaciones.

También hay que movilizar fuentes internas de recursos financieros, mediante la creación de ágiles organizaciones bancarias especializadas en el sector agropecuario, donde podría activamente participar el estado con sus fondos, para ofrecerse préstamos y otros servicios de forma competitiva a los hombres de campo.   

Objetivamente, no existe contradicción entre crear una sólida base de  productores nacionales de alimentos y la inversión extranjera. Por el contrario, la participación foránea en nuestros campos, correctamente seleccionada y sobre la base del respeto a nuestros intereses, podría incidir en el incremento de la eficiencia y la productividad  en la producción de caña de azúcar, arroz, hortalizas, viandas, frutales, granos en general, leguminosas, plantas oleaginosas, leche y carne. Incluso el procesamiento de la caña de azúcar podría incluir la producción de etanol, que como ha demostrado Brasil es compatible con la elaboración de  azúcar y  de otros derivados del procesamiento de esa formidable gramínea.

¿Noticias… 3?

Tampoco debe excluirse la inversión extranjera en la comercialización de los productos agropecuarios, junto a las empresas del gobierno y la iniciativa privada nacional. Compañías en el mundo poseen cadenas de producción, que incluyen el procesamiento industrial y la comercialización de alimentos desde la semilla hasta el consumo, organizadas verticalmente. Son ejemplos de rentabilidad y de excelentes artículos en sus ofertas. Cuba no tiene suficiente capital, tecnología ni mercado, por lo cual deberá recurrir sin absurdos prejuicios a racionales dosis de participación extranjera sobre bases justas. Asimismo, siempre que sea posible, deben promoverse vínculos directos entre los productores agropecuarios y los grandes consumidores, como pueden ser las cadenas turísticas nacionales y extranjeras, para evitar intermediarios innecesarios que aumentan los costos y demoran la entrega de los productos, con efectos nocivos sobre la calidad de la oferta al consumidor por tratarse de artículos delicados y perecederos. 

La Habana, 21 de abril de 2008


Oscar Espinosa Chepe (Cienfuegos, 1940)

Economista y Periodista Independiente. Miembro de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE)

Fue Consejero en la Oficina del Primer Ministro. Jefe de departamentos en la Junta Central de Planificación, en el INRA y en el CECE. Especialista en comercio exterior del Banco Nacional de Cuba y diplomático en Belgrado.

Es uno de los 75 de la Primavera de 2003.

Reside en La Habana.

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