La transición democrática, un tema de vital importancia

Foto tomada de internet.

La transición democrática, es el período de la historia en el que se lleva a cabo el proceso por el cual un país deja atrás un régimen de fuerza y pasa a regirse por una Constitución consensuada por todo el arco político y social, en tanto es aprobada en referendo popular. En ese interregno suelen coexistir instituciones del régimen a superar y las democráticas que se van implementando, la inseguridad transicional y una diarquía que representa tanto a los círculos del poder y a la oposición. En opinión de J. Steiner las experiencias democráticas del pasado, la cercanía de democracias consolidadas e instituciones sólidas con fuerte ascendencia nacional, como puede ser la iglesia católica, ejercen una influencia benéfica.

Según Samuel Huntington la transición puede ser en forma de traspaso; dirigida por las élites (Hungría) y a modo de remplazo (RDA y Rumanía). Otra propuesta formulada por H. Kitschett, quien distingue tres formas: implosión (RDA, Checoslovaquia), negociación prolongada (Polonia, Hungría) y reformas ineficaces de anticipación del poder comunista (URSS). Por otra parte P. Schimitter y T. Karl incluyeron a Polonia en la categoría de caso mixto, que comprende tanto elementos de pacto político como también reformas desde abajo. De las transiciones del centro y este de Europa solamente en Polonia y Hungría se llegó a contraer pactos políticos (G. Ekiert). El autor distingue la radical movilización de la oposición (Checoslovaquia y RDA), la clásica revolución (Rumanía), reformas sin negociación (Albania, Bulgaria) y descomposición del país federal (Yugoslavia y URSS). Los anteriores casos son tipos ideales, pero en realidad existen matizaciones.

En el marco de la tercera ola democratizadora (sur de Europa, América Latina y otros), que según S. Huntington comenzó con la revolución de “Los Claveles” en Portugal en 1974, “la transición del autoritarismo a la democracia significaba la necesidad de modernización de las instituciones y procedimientos políticos. Esta modernización se realizó en condiciones de estabilidad económica y en presencia de formadas comunidades políticas con estados nacionales eficientes”.

En el caso de países de Europa Central y Oriental podemos observar una triple o incluso cuádruple transición, en estados de la antigua federación soviética hasta una quinta. Eso es, construir un estado nacional (Eslovaquia), una nueva comunidad nacional (Ucrania y Bosnia-Herzegovina); en todos los casos una comunidad política ciudadana democrática, así como una economía de mercado generadora de riquezas y oportunidades, y resolver problemas relacionados con numerosas minorías étnicas dentro de las fronteras (Estonia, Letonia, Eslovaquia, Bulgaria y Rumania).

Los reformadores cubanos y la nación en sentido general, tendrán una tarea más sencilla que los peores casos expuestos anteriormente. Conjuntamente con la transición hacia la democracia, tendremos que enfrentar la de la planificación al mercado y la edificación de una comunidad política ciudadana democrática, con la correspondiente cultura y los valores cívicos afines, la herencia del totalitarismo no es poca cosa.

En el caso nuestro, proponemos como motor generador de la dinámica de cambios, la no violencia activa, desde la planificación estratégica. “Se necesita desarrollar un pensamiento estratégico-táctico que implica identificar los aspectos, o necesidades más sensibles con la capacidad de enrolar a las personas en diferentes campañas, deben ser llevadas a cabo con progresión en complejidad y alcance; la implementación de numerosas operaciones tácticas, para materializar cada una de las campañas, las cuales se desarrollaran poniendo en práctica una multitud de métodos o armas no violentas. Consensuar una gran estrategia orientada a coordinar todos los recursos humanos, políticos, económicos, organizacionales y demás, es indispensable”. Lo anterior pasa, por la formación de los líderes, la comprensión de la naturaleza y los modos operacionales de esta técnica de lucha, así como la dinámica del conflicto.

“La literatura especializada de la Institución Albert Einstein ofrece cuatro mecanismos de cambios: conversión, adaptación, coerción no violenta y desintegración, los que deben ser seleccionados, uno o varios, teniendo en cuenta cuales son las pretensiones de los demandantes y la naturaleza y capacidad de neutralización del régimen demandado. De conformidad con la relación de poder existente en nuestro país, y los valores concomitantes a esta técnica de lucha, creemos y proponemos como posible, la utilización de los tres primeros”, lo cual acercaría la dinámica cubana a un caso mixto, o sea, comprendería tanto la presión desde abajo, por las razones asociadas a la técnica de lucha expuesta anteriormente, y elemento del pacto político. La transición polaca con las protestas multitudinarias convocadas por el sindicato solidaridad y la mesa redonda como colofón, son un referente.

“Tradicionalmente se ha enmarcado la lucha libertaria con el emplazamiento de: nosotros vs ellos (tipos buenos vs tipos malos), pero esta filosofía se desmarca de la trampa de las polaridades y contempla la tercera fuerza, en tanto que la conciliación del conflicto a través de la no violencia es un proceso multifacético, orientado a alcanzar: la verdad, la justicia, la misericordia y la paz-reconciliación”.

El tema sobre qué hacer con los personeros más comprometidos en los trabajos sucios realizado por el régimen es el más neurálgico, las demás reformas dependen de este. “En los casos más exitosos los reformadores tuvieron cuidado de empaquetar la lustración como una medida no penal, sino administrativa, e iniciada para asegurar la transparencia, no la venganza”.

En los países del otrora socialismo real que realizaron transiciones democráticas prácticamente no se encarceló a nadie, no hubo consenso para eso. Los cambios se sucedieron, más o menos, de forma orgánica y por efecto contagio, lo cual fue facilitado por la poca resistencia en términos relativos de las élites comunistas, éstas no percibieron que serían objeto de una justicia transicional implacable, como en efecto sucedió. Es aconsejable mantener a raya o expulsar a los diplomáticos de las potencias mundiales dictatoriales, pues estas suelen contribuir a apuntalar a sus pares autoritarios.

La formación de un subsistema de partidos políticos resulta de la mayor importancia. Los emergentes ciudadanos aprecian sobremanera un partido bien organizado, disciplinado y coherente que tenga un buen desempeño desde la oposición o en el poder. Confiscarle los activos y otras ventajas artificiales al partido único, en aras de garantizar la igualdad de condiciones en la competencia política, es prioritario. Las fuerzas vivas prodemocráticas deben mantenerse unidas en la etapa de liberación y tenderles puentes a los comunistas reformados, de modo que se esté en mejores condiciones de luchar contra los elementos extra constitucionales en la primera etapa de la transición (democratización).

Resulta de mucha utilidad desarrollar con anticipación un plan concreto sobre las reformas económicas, políticas y sociales a poner en práctica, así como arrancar con un gobierno nuevo, sin lastres, como sucedió en algunas de las transiciones más exitosas: República Checa, Estonia y Eslovenia. Por el contrario, en transiciones fracasadas como en Rusia, Rumanía, Ucrania, Serbia 2000, y Uzbekistán, la falta de reformas políticas y económicas favoreció que la clase gobernante se beneficiara, y como consecuencia enriqueciera, y al mismo tiempo se atoraran las demás reformas, todo lo cual ha contribuido a la apatía de la población, en tanto que cada año transcurrido se hace más difícil el relanzamiento del país en aras de convertirse en una moderna democracia de libre mercado. Las más acertadas reformas se hicieron por intuición y no por cálculo y varias veces en contra de los consejos de expertos extranjeros

Bibliografía

  • La experiencia de Europa del Este, Fredo Arias King.
  • Del Autoritarismo a la Democracia. La experiencia polaca. Prólogo de Lech Walesa.
  • Transiciones democráticas: Enseñanzas de líderes políticos, Sergio Bitar y Abraham y F. Lowenthal.

  • Librado R. Linares García.
  • Secretario general del Movimiento Cubano Reflexión (MCR).
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