Lunes de Dagoberto
Los tiempos cruciales que estamos viviendo en Cuba hacen cada vez más urgentes y necesarias las propuestas que ayuden a buscar soluciones a la crisis sistémica y terminal de la que habría que salir por la vía pacífica.
El Centro de Estudios Convivencia (www.centroconvivencia.org), primer think tank independiente que trabaja con cubanos desde la Isla y en la Diáspora, desde hace 7 años realiza un Itinerario de Pensamiento y Propuestas para Cuba. En febrero de 2022 pudimos culminar otra etapa de estudios con la celebración del VII Encuentro del CEC que sesionó en la Isla de forma digital y en la Universidad Internacional de la Florida.
Durante el evento académico se recopilaron los aportes de cubanos de la Isla y de la Diáspora sobre la visión y propuestas de dos importantes temas para el presente y el futuro de Cuba: “El cuidado de las personas mayores en una sociedad envejecida” que será presentado próximamente y “La transición en Cuba” que ahora intentamos presentar.
El viernes 16 de junio 2022, después del necesario proceso de compilación y edición, hemos publicado en el sitio web de Convivencia el XII Informe del CEC: “La transición en Cuba: memoria histórica, justicia transicional y reconciliación nacional. Visión y Propuestas”. El Informe tiene 37 autores, 41 páginas y consta de seis capítulos: Conceptos o investigación bibliográfica; Visión de una transición en Cuba: Memoria Histórica, Justicia Transicional y Reconciliación Nacional; Objetivos de una transición en Cuba; Estrategias para una transición en Cuba; Leyes propuestas para alcanzar una transición; y una Hoja de Ruta para una transición pacífica, ordenada, ágil y eficaz en Cuba.
Considero que es providencial que podamos publicar y ofrecer este fruto del esmerado y profesional estudio de pensadores cubanos que invito a descargar y leer, en su texto íntegro, disponible en:https://centroconvivencia.org/wp-content/uploads/2022/04/XII-Informe-Estudios-CEC-La-Transicion-en-Cuba.pdf
No obstante, quisiera hacer un resumen para estimular a la lectura de todo el texto.
¿Qué transición queremos?
Los participantes consensuamos esta visión general acerca de cómo desearíamos que ocurriera una transición en Cuba. El Informe lo recoge así:
“Cuba realiza un proceso de transición pacífico, ordenado, ágil y eficaz. Este proceso tendrá como principio, orientación y sentido la primacía y plena dignidad de toda persona humana, así como la búsqueda del bien común de la sociedad.”
“Ese proceso incluye una hoja de ruta integrada por estos subprocesos complementarios, sinérgicos e imprescindibles: Memoria Histórica y Verdad, Justicia Transicional, Restaurativa e Integral; y Reconciliación Nacional a mediano y largo plazo.”
“Si faltara uno cualquiera de ellos la transición fracasaría o, en tiempos venideros, se volverían a abrir las heridas cerradas en falso por la ausencia de uno de estos componentes de toda transición verdadera. Esta visión general está integrada por estas tres visiones sobre los subprocesos complementarios, sinérgicos e imprescindibles que conforman la hoja de ruta de una transición pacífica, ordenada, ágil y eficaz.”
Como podemos apreciar se trata de un proceso complejo integrado por tres componentes esenciales: verdad y memoria; justicia transicional e integral; y reconciliación nacional. Todos estos pasos interrelacionados deberán tener estas cuatro características generales: pacífica, para evitar toda violencia; ordenada, para que no cunda el caos; ágil, para que no desesperen los ciudadanos; y eficaz, para que no haya fraude, ni traición, y se logre el objetivo final de la transición que es transitar hacia un sistema democrático.
¿Cuáles serían los principales procesos?
Para alcanzar esta visión integral se proponen objetivos y también se trazan estrategias que son “caminos” para alcanzar esos objetivos. Además, se proponen leyes concretas para normar y ordenar legalmente estos procesos. Se resume con una “hoja de ruta” para guiar el camino y no perder el rumbo. A continuación, me permito citar solo algunos párrafos principales que siempre deben ser leídos e interpretados en el contexto y la lógica completa del Informe.
Si este itinerario se cumpliera se alcanzarían los siguientes resultados:
“Cuba vuelve a ser un país en armonía, la verdad es restituida, la memoria histórica recuperada, la justicia transicional, restaurativa e integral se administra sin venganzas y ágilmente para evitar tanto la impunidad como la venganza, y se fomenta un proceso de reconciliación nacional profundo y a largo plazo.”
“Los procesos educativos, normativos y mediáticos que deben acompañar este camino logran fomentar virtudes y valores, criterios de juicio y actitudes de una vida en la verdad, la justicia, la libertad y el amor, junto con la promoción de una matriz de opinión favorable a estos procesos y a su sostenibilidad en el tiempo. Cuba logra ser, moral, legal, cultural y en la práctica cotidiana, un Estado de Derecho dotado de una Constitución consensuada, como nuevo pacto social.”
Propuestas
El Informe hace, entre otras, estas propuestas:
“Un auténtico y eficaz camino de transición pacífica en Cuba debería incluir necesariamente el tener en cuenta estas cuatro necesidades y procesos que le den solución:
1. Ante la mentira histórica y la amnesia de los errores pasados, es necesario un proceso de Verdad y Memoria Histórica.
2. Ante las injusticias y crímenes cometidos y el peligro de que queden impunes, es necesario un justo, sereno y ágil proceso de justicia transicional.
3. Ante posibles reacciones de odio, revanchas, venganza y caos violento, es necesario un proceso de magnanimidad y perdón, sin amnesia ni impunidad.
4. Ante las divisiones, fracturas y desarticulación de la persona del cubano, del tejido social, del alma nacional, y de las leyes y estructuras, es necesario un proceso de reconciliación nacional que incluye, dentro de sí mismo, con unas sinergias complementarias y holísticas, a estos cuatro componentes indisolublemente relacionados entre sí. Ninguno de ellos puede faltar ni negar a los otros.”
Creo y confío firmemente que: “de los cubanos todos, de la Isla y de la Diáspora, de toda edad, condición, creencia y opinión, dependerá que Cuba pueda dar al mundo un ejemplo de transición ordenada, pacífica, ágil y eficaz, que nos conduzca hacia una democracia de calidad y una ecología social que favorezca el desarrollo humano integral de todos los cubanos” (Valdés D. “La reconciliación nacional en Cuba”. Revista Convivencia, 27 diciembre 2021).
Este Informe, y los otros doce que ha producido el CEC, sobre otros sectores y temas acerca del futuro que deseamos para Cuba, demuestran que hay mucho talento, empeño, trabajo sin ruido y amor a la Nación formada por sus hijos de la Isla y la Diáspora. Que no se diga que no hay propuestas para el debate, que no hay visión de futuro, que no hay cubanos que, serena y perseverantemente, están pensando Cuba, desde Cuba y para Cuba.
Leamos, estudiemos y debatamos estas y todas las demás propuestas. Es urgente y necesario.
Hasta el próximo lunes, si Dios quiere.
Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955). Ingeniero agrónomo. Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España. Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017. Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007. Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017. Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007. Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2006. Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años. Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director. Reside en Pinar del Río.
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