¿Seguridad alimentaria en Cuba?

Yoandy Izquierdo Toledo
Jueves de Yoandy

Con frecuencia escuchamos por la televisión y otros Medios de Comunicación que en Cuba se trabaja por garantizar la seguridad alimentaria. Este tema nos trae a la mente, inmediatamente, varias interrogantes que aumentan nuestra preocupación:

¿A qué se refiere el término seguridad alimentaria?

¿Existe en Cuba la garantía de una alimentación completa y de calidad al alcance de todos?

¿Por qué en Cuba hay hambre y los campos no producen la variedad y calidad de alimentos necesarios?

Comencemos por recordar el concepto de “seguridad alimentaria”:

“La Cumbre Mundial de la Alimentación que se celebró en 1996 en la ciudad de Roma estableció que la seguridad alimentaria consiste en el acceso a todos los niveles a unos productos alimenticios que sean nutritivos, que se puedan consumir de forma segura y en bastante cantidad.”

Conociendo el concepto, ¿podremos decir que en Cuba hay seguridad alimentaria? Seguramente que no, al contrario, ni acceso, ni nivel nutricional, ni cantidad, ni calidad.

Analicemos las cuatro dimensiones que la FAO ha establecido con relación a la alimentación:

La definición de seguridad alimentaria plantea cuatro dimensiones primordiales: disponibilidad física, acceso, utilización y estabilidad de la oferta.

1. Disponibilidad física

Todos sabemos que la disponibilidad física de alimentos depende de la producción agropecuaria y acuícola. En Cuba, Isla rodeada de mares, no hay pescado. La masa ganadera se ha depauperado hasta límites nunca antes vistos, lo que impide la disponibilidad de carnes. La producción de granos, viandas, frutales y hortalizas es tan insuficiente que algunos de estos renglones deben ser importados.

2. Acceso a los alimentos

El acceso está afectado por dos razones: por la escasez y por los insuficientes salarios devengados, que a su vez están afectados por la galopante inflación.

3. Utilización de los alimentos

El mal manejo de los productos, la ruptura de la cadena de frío, la falta de envases o demoras en el acopio, afectan la utilización y la calidad de los alimentos.

4. Estabilidad de la oferta

Por la mala administración, la falta de transporte, las malas cosechas, y la desigualdad en la distribución porque se priorizan algunos territorios y grupos sociales, provocan inestabilidad en la oferta.

Podemos decir, sin exageración, que ciertos sectores en Cuba están pasando hambre y que otra parte mayoritaria sufrimos la escasez y la mala calidad de alimentos, incluso los estrictamente necesarios. Recordemos el mensaje del Papa Francisco: “El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable”.

 


  • Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
  • Licenciado en Microbiología.
  • Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
  • Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
  • Responsable de Ediciones Convivencia.
  • Reside en Pinar del Río.
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