Desde la ejecución de Aponte hasta hoy: luchas libertarias versus represión

Martes de Dimas

Las luchas libertarias y la represión comenzaron antes de surgir la conciencia de nación y de comenzar las guerras por la independencia.

Desde los primeros mil esclavos que el rey Carlos I ordenó traer de la Española, hasta la conversión de Cuba en una gran plantación azucarera, la entrada de africanos fue constante. Según la Condesa de Merlín en 1763 el número de esclavos era de 60 000[1]. En ese mismo año, durante los primeros cinco meses de la ocupación inglesa, entraron 10 700; y entre 1763 y 1790 entraron a Cuba otros de 30 875.

La oligarquía criolla se empeñó en convertir a Cuba en el primer país productor de azúcar en el mundo. En la década de 1780 su principal ideólogo, Francisco de Arango y Parreño, había estudiado el por qué las colonias francesas e inglesas producían más azúcar y a menor costo que Cuba y había logrado que España emitiera la Real Cédula de febrero de 1789, con la cual la entrada regular de esclavos devino masiva. La oportunidad la brindó la Revolución de Haití en 1791, que arruinó a la mayor productora del dulce a nivel mundial.

Como la producción azucarera dependía de la mano de obra esclava, ante la demanda mundial del dulce generado por la revolución de Haití, la única opción era aumentar el número de esclavos. Cuba cubrió el espacio dejado por Haití como principal productor y suministrador de azúcar, a la vez, multiplicó, lo que el historiador José Luciano Franco calificó como “Exaltación económica y yugo político”.

El abuso con los africanos tenía una larga historia. El artículo 52 de las Ordenanzas de Cáceres de 1574[2] estableció el derecho de los amos a castigar físicamente a sus esclavos. Las medidas posteriores para limitar legalmente los abusos con los esclavos, fueron violadas por la mayoría de los esclavistas.

De las infernales condiciones de vida del esclavo brotaron el cimarrón, el palenque[3] y las conspiraciones. En fecha tan temprana como 1533 dos cuadrillas de hombres armados capturaron a cuatro cimarrones[4] que pelearon hasta morir. Sus cadáveres fueron llevados a la villa de Bayamo, descuartizados y sus cabezas colocadas en palos. Desde esa época la historia de Cuba estuvo plagada de sublevaciones. En 1795 se produjo la conspiración encabezada por el negro libre Nicolás Morales, en la zona de Bayamo, en la que participaron criollos blancos. Entre sus exigencias estaba la distribución de las plantaciones a los esclavos. En la región de Matanzas, donde convivían unos cien mil esclavos, se produjeron las más grandes sublevaciones de Cuba entre 1825 y 1842.

Un lugar especial corresponde a la insurrección liderada por el negro libre José Antonio Aponte y Ulabarra -artista aficionado a la talla en madera y a la pintura, cabo del batallón de Milicias Disciplinarias de Pardos y Morenos, que había luchado en Norteamérica en apoyo a los colonos norteamericanos contra los ingleses- en el Central Peñas Altas (Guanabo). Fue la primera conspiración nacional dirigida a la abolición de la esclavitud y a derrocar al gobierno colonial.

Aponte puso bajo su liderazgo a hombres de diferentes zonas de África y a criollos negros y blancos. El plan consistía en provocar incendios en ingenios y cañaverales y en los barrios extramuros para distraer la atención y tomar el Castillo de Atarés y el Cuartel de Dragones, ocupar armas y tomar la ciudad. Una delación abortó el plan. El 9 de abril de 1812 Aponte y sus más cercanos colaboradores (seis negros libres y tres esclavos), fueron ahorcados, decapitados y sus cabezas exhibidas en distintos puntos de la ciudad.

La esclavitud es exclusión de la libertad, como lo son la ausencia de cualquiera de las libertades humanas, bien sea la de expresión, de reunión, de asociación o de movimiento, o de cualquiera otra; por tanto constituyen negaciones de la dignidad de las personas.

En abril de 2003, casi dos siglos después de la ejecución de Aponte, con el fin declarado detener la emigración y disuadir los intentos de secuestro de naves para escapar del país, tres jóvenes negros (Lorenzo Capello, Bárbaro Sevilla y Jorge Martínez), que intentaron secuestrar la lancha Baraguá que cubría el trayecto marítimo entre los municipios de Regla y La Habana Vieja, aunque no mataron a nadie, fueron sometidos a juicio sumario y ejecutados; mientras otros ocho fueron condenados a cadena perpetua y varios años de prisión.

El pasado mes de marzo, 127 de los jóvenes que se manifestaron públicamente el 11 de julio de 2021 contra la falta de libertades, sin causar la muerte a nadie, fueron condenados a penas desde 6 años de prisión, como el caso de Luis Robles por exhibir públicamente un cartel pidiendo la libertad del músico contestario Denis Solís y del músico  Abel González Lescay, y hasta 30 años de prisión, como ocurrió con Dayron Martín Rodríguez y Miguel Páez Estiven, quienes participaron en la protesta de la Güinera el 11-J. El objetivo de las penas: disuadir a la juventud de no participar en futuras protestas.

En el presente mes de abril –por coincidencia en el mismo mes de la ejecución de Aponte y de los tres jóvenes que intentaron secuestrar la lancha Baraguá-, la fiscalía solicitó para el activista y músico rapero Maykel Castillo “Osorbo” (premiado con dos Granmy Latinos por la canción “Patria y Vida”, que se convirtió en el himno de protesta del 11 de julio) y para el artivista performático[5] Luis Manuel Otero Alcántara (incluido por la revista Time en la lista de las personas más influyentes del año 2021) la fiscalía, después de 11 y 9 meses encerrados en una prisión de alta seguridad, ha solicitado diez años y siete años de prisión respectivamente. A ambos por su labor continuada durante años a favor de la libertad de expresión.

Lo ocurrido en 1812, 2003 y 2022 permite cuatro conclusiones:

Primera.- Después de la ejecución de Aponte las sublevaciones de negros libres y esclavos continuaron con mayor crudeza. Después del fusilamiento de los tres jóvenes negros las salidas ilegales del país han aumentado hasta convertirse en una crisis que amenaza a la existencia misma de la nación cubana. Por tanto las condenas por el 11- J y los casos de Luis Manuel Alcántara y Maykel Castillo, tampoco tendrá efecto como mecanismo de disuasión. Las causas de las protestas continúan actuado y no se detendrán por miedo al escarmiento gubernamental, sino cuando se introduzcan los cambios que la sociedad cubana requiere.

Segunda.- Las sublevaciones de negros libres y esclavos, los cientos de miles de cubanos que están abandonando su país y los cientos que está, siendo condenados por hacer uso de la libertad de expresión, tienen como factor común la desatención de las causas y la ausencia de libertades, a pesar de que entre la decapitación de Aponte y la petición fiscal contra Luis Manuel y Maykel hay 210 años por medio.

Tercera. Los derechos humanos y las libertades no pueden ser prerrogativas del Estado o el Gobierno. Mucho menos en un país donde los que presiden no han sido electos por el voto popular.

Cuarta.- Liberar a la sociedad cubana de las trabas internas que impiden su desarrollo sería la más sencilla, eficaz y viable de las fórmulas para la cual sólo se requiere voluntad y situar la dignidad de los seres humanos por sobre cualquier manifestación de egoísmo o de poder.

La Habana, 11 de abril de 2022

[1] MARÍA DE LAS M. MERLÍN. Los esclavos en las colonias españolas. pp. 35-36

[2] Alonso de Cáceres, oidor de la audiencia de Santo Domingo, presentó el 14 de enero de 1574 las Ordenanzas Municipales ante el cabildo de San Cristóbal de La Habana mediante las cuales se ofreció a los ayuntamientos cubanos una organización política perfectamente adecuada a sus funciones. Las mismas fueron aprobadas por el rey el 27 de mayo de 1640 y presentadas definitivamente al cabildo de La Habana el 26 de abril de 1641.

[3] Comunidad estable de esclavos cimarrones ubicadas en lugares de difícil acceso a sus perseguidores conformada por varios bohíos y producción para el autoabastecimiento.

[4] Esclavo prófugo de su amo. Vocablo originario de la rebeldía indígena. El cimarrón simple era el que hacía vida solitaria en el monte y el apalencado era el que vivía en comunidad en las rancherías.

[5] Artista que se mueve en el campo de la performance, la música, la poesía, la escultura, un género cuya obra requiere la presencia del artista.


  • Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
  • Reside en La Habana desde 1967.
  • Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
  • Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
  • Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
  • Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
  • Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).

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