Martes de Dimas
Un tema tan raigal como la estampida de los cubanos, que amenaza su identidad y la existencia de Cuba como nación, no se puede tratar sin definir sus causas. En el artículo: “Algunas verdades de la migración ilegal de los cubanos”, publicado en Granma del pasado 31 de marzo, su autora, Leidys María Labrador, ofrece una disertación de cómo hacerlo con evasiones y medias verdades. Para demostrarlo me referiré a algunos de sus postulados:
1- Si bien hay esfuerzos a nivel global que promueven una migración legal y ordenada… aún estamos muy lejos de lograrlo.
Con esta afirmación, acerca de que la solución depende de los esfuerzos a nivel global, Leidys disuelve el caso particular de la migración cubana en un problema genera, con lo cual evita tener que explicar porqué Cuba, un país de inmigrantes, a partir de 1959 se convirtió en un país de emigrantes.
2- Ante el derecho de las personas a migrar, nuestro país ha logrado, de manera paulatina, ordenar la legislación vigente. Los cubanos pueden viajar a cualquier parte del mundo, si cumplen, lógicamente, con las regulaciones establecidas por otras naciones.
Este párrafo es una parte de la verdad, la menos importante. La otra parte es que en el mismo año de 1959, cuando aún no había embargo, ya muchos cubanos estaban huyendo de la Isla. Cuarenta y seis años después, en 1976, para detener la fuga el Gobierno cubano promulgó la Ley No. 1312 de migración, con la cual estableció el “permiso de entrada o de salida”, y tuvieron que transcurrir 37 años, para que en 2013 se eliminara tan burda violación de los derechos humanos. A eso Leidys le llama ordenar de manera paulatina.
3- Durante décadas, en su afán de desestabilizar el proceso revolucionario, construir el mito de su «ineficacia» en cuanto al nivel de vida que ofrece al pueblo, y crear ante el mundo la idea de que es este un país en decadencia, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos han obstaculizado las vías legales para la emigración de cubanos hacia esa nación.
Es decir, los críticos problemas del transporte, de la vivienda, de los medicamentos, e incluso de los zapatos de los niños para asistir a la escuela; todo a precios que no guardan la menor relación con los salarios y pensiones, según la periodista es un mito; pero no explica ¿por qué los cubanos duermen alrededor de los establecimientos comerciales para ver si al día siguiente sacan algo a la venta? O es que los cubanos son idiotas para dejarse engañar y estar dispuesto a escapar de la Isla en cualquier objeto flotante a riesgo de sus vidas. La ineficacia, amiga Leidys, no es un mito, es un hecho.
4- Por otra parte promueven regulaciones especiales para los nacidos en la Isla, estimulando así tanto la salida ilegal de los cubanos, como su intento de llegar a esa nación por medio de las peligrosas rutas que involucran a varios países del continente.
De nuevo Leidys sitúa la causa después del efecto. La “Ley de Ajuste Cubano” se promulgó en 1966 para los que ya se encontraban en Estados Unidos y para los que estaban llegando pudieran solicitar la “residencia permanente”. La Ley “pies secos pies mojados” en 1996 y el “programa de parole” para médicos cubanos en 2006. Es decir, regulaciones posteriores al inicio del éxodo masivo que tuvo su primera gran manifestación en 1965.
5- El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre EE.UU, y Cuba, durante el mandato de Barack Obama, y la reapertura de su embajada en La Habana, dieron un cierto cambio de color al asunto, aún cuando nunca se llegó al número de visas pactado. Sin embargo, el gobierno de Donald Trump dio marcha atrás a todo lo logrado, y llegó al punto de suspender los servicios consulares y obligar a los cubanos a viajar a otros países para solicitar su visa.
Leidys insiste en que el problema radica en las 20 mil visas. Omite, que el promedio anual de los que han salido por las vías ilegales desde 1959 a hoy supera esa cifra. Es decir que las 20 mil visas, cumplidas o incumplidas, son insuficientes para los cubanos decididos a escapar de la Ínsula.
6- Sería ingenuo y falso negar que Cuba vive hoy una situación compleja. Indudablemente, la necesaria batalla contra la pandemia, agudizada por una política tan criminal como el bloqueo, impidieron el logro de objetivos encaminados a darle un nuevo aire a la economía cubana. Sin embargo, es muy injusto decir que eso ha sucedido por la incapacidad del Gobierno, o por la falta de voluntad política y de esfuerzos para salir adelante. También es incierto que existe en Cuba una situación crítica, a tal punto que obligue a sus ciudadanos a escapar….
Finalmente Leidys, como periodista oficial, arriba a su declaración de principios: la pandemia y el bloqueo son los culpables del estado de la economía. Por tanto, nos dice, que no se trata de incapacidad o falta de voluntad política ni que exista ninguna situación crítica que obligue a los cubanos a huir. Si detrás de tal afirmación no hubiera miles tragedias humanas, su declaración movería a risa.
7- Vale destacar que esta Isla no les cierra las puertas a sus hijos; por eso, aquellos que decidan retornar pueden hacerlo.
Esta es la única verdad del artículo. La Isla no les cierra las puertas a sus hijos. Quien se las cierra es el Gobierno, incluyendo a los que deben esperar ocho años para volver a pisar tierra cubana, donde están sus seres queridos por abandonar sus misiones médicas, culturales deportivas o de cualquier otra índole o a casos de `personas como la activista cubana Anamely Ramos, que con todos sus documentos en regla se le prohíbe regresar a su patria, que supuestamente es de todos.
Algunos datos ilustrativos que la periodista pasó por alto:
-Cuba fue un país de inmigrantes hasta 1959. Los cubanos que emigraron entre 1902 y 1958 no sobrepasaron los 125 mil; mientras en 2019, según la Oficina del Censo de -Estados Unidos, en ese país habitaban 1 359 990 personas nacidas en Cuba, lo que equivale a más del 10% de la población de la Isla. Las salidas masivas comenzaron después de las expropiaciones, del canje de dinero de 1961 y de la pérdida de libertades.
-Solamente por el puerto de Camarioca, el puerto de Mariel y la base naval de Guantánamo, se fueron 418 mil cubanos. De octubre de 2021 a octubre de 2022 se fueron unos 38 mil, una cifra superior a los que escaparon en 1994 por Guantánamo. Y entre los cuatro meses de noviembre de 2021 a febrero de 2022 se fueron casi 40 mil.
El récord se estableció el pasado 28 de marzo, cuando en un solo día fueron detenidos en la frontera sur de Estados Unidos 1 500 cubanos. De continuar a ese ritmo, según la lógica de Leidys, habría que exigir a Estados Unidos no 20 mil sino, unas 120 mil visas anuales.
Todo lo anterior indica que la causa principal de la creciente estampida de cubanos no está en la promoción de la inmigración ilegal, en el embargo, la Covid-19, o en mandatarios como Donald Trump o Joe Biden. Está en otra parte: en un modelo fallido que impide a los cubanos realizar sus sueños en un país sin libertades y en la obstinación en conservarlo, aunque la nación desaparezca.
La Habana, 4 de abril de 2022
- Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
- Reside en La Habana desde 1967.
- Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
- Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
- Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
- Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
- Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).