El día más esperado para un trabajador por lo general es el día del cobro. Ser remunerado por el trabajo realizado es todo un placer y también un desafío. En Cuba la mayoría de las personas ya deben el salario antes de cobrarlo, parece una locura, pero así es, como dice el refrán, se vende la piel del tigre antes de cazarlo.
Actualmente también está el serio problema de recibir el sueldo en una moneda con la que no se encuentra casi nada que comprar. Es lamentable y penoso para un trabajador contar con su salario y salir a comprar productos de primera necesidad y no poder hacerlo porque lo poco que hay se vende por USD.
Los absurdos del día a día son tantos, uno de ellos es pasar todo un año solicitando un trámite en una entidad estatal, donde en los últimos dos meses de la espera vas cada semana a preguntar si ya está listo el “dichoso papelito” y la respuesta final que recibes es que el documento que has esperado por 364 días no le puede ser entregado porque la información que presentó en un inicio es insuficiente. Me pregunto si eso no se pudo decir en el día uno.
Y qué pasa cuando haces un trámite en vivienda, la mayoría de las personas no quieren ni comenzarlo, aun cuando es necesario tener los documentos en regla, porque saben la tortura que les espera. Es común que hagas un mismo trámite una y otra vez y permanezca el error, también que los papeles se pierdan sin explicación, y lo peor es que el personal que te atienda no cuente con el conocimiento y la moral para realizar el trabajo.
Todo pasa como si nada. Se reciben quejas una y otra vez a las que no se le dan las respuestas y soluciones necesarias. En el concepto de revolución cubano hay una frase que dice que hay que cambiar todo lo que deba ser cambiado, siento que no se ha tomado con sinceridad este pensamiento.
- Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
- Miembro del Consejo de Dirección del CEC.