La transparencia en tiempos de Coronavirus

Viernes de Rosalia

Gracias a Internet y diferentes medios de comunicación el mundo conoció acerca del nuevo coronavirus (que produce la enfermedad COVID-19) desde que este comenzara a afectar a un alto número de personas en Wuhan. Hoy Cuba también vive una triste realidad a consecuencia de esta pandemia.

El cierre de las fronteras en Cuba fue una fuerte petición por parte de ciudadanos y organizaciones en la Isla, que por suerte para todos el Gobierno decidió efectuar el 24 de marzo. El número de contagiados crece por días, cifras que pudieron evitarse si la medida se hubiera tomado mucho antes, dado que la enfermedad entró al país a través de extranjeros. Me pregunto si los gastos que tendrá el Estado durante este tiempo, serán menores a las ganancias que tuvo el sector del turismo desde que la enfermedad llegara al continente latinoamericano. 

Desde que se anunciaron los tres primeros casos de COVID-19 en la Isla, comencé a ver en los medios informativos que la producción de nasobucos estaba en marcha, donde los videos mostraban una buena producción del mismo. Hace apenas unos días el presidente cubano le pedía al pueblo que hiciera sus propios nasobucos, que es algo fácil de hacer. Cuando escuché esta petición, no pude dejar de pensar que nos mintieron con las noticias emitidas en días anteriores.

Creo que la mayor responsabilidad ante la protección personal, la tiene uno mismo, el sentido común es vital para la supervivencia humana, así como la sinceridad y la transparencia lo son para que exista el respeto, hecho que lamentablemente nuestro sistema muchas veces olvida.

Son momentos en los que debemos estar unidos, ayudarnos y apoyarnos tanto como podamos, porque la vida es el regalo más valioso que tenemos. Hacer lo más simple por alguien puede ser lo más grande, y eso sin dudas hace la diferencia.

Vi en redes sociales un post que alguien publicó de una mujer con un hiyab regalando en una cola mascarillas a personas de la tercera edad que son las más vulnerables ante este virus para que se protegieran. Sin dudas un gesto hermoso que demuestra el verdadero valor de un ser humano más allá de una religión, raza, credo u orientación sexual.

Me regocija saber que hay personas muy buenas, que, aún pasando por esta situación, que es doblemente difícil para los cubanos, no lo piensan dos veces para ayudarte. Es el verdadero amor por el prójimo que nos enseñara uno de los mandamientos del cristianismo.

Esta batalla la ganamos entre todos, tomando las medidas higiénico sanitarias debidas y manteniéndonos en la casa el mayor tiempo posible. Por su parte las autoridades deben mostrar transparencia total, es vital para que esto termine cuanto antes.

 

 


  • Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
  • Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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