Un barco de combustible decidiría el funcionamiento de Cuba hasta fines de mes, cuando arribara el 14 de septiembre, según anunció Díaz-Canel junto a las ¡Medidas Coyunturales! 3 días antes. Transcurrido hasta el 18 de septiembre no se había mostrado su llegada a algún puerto por los medios cubanos.
Pero el presidente y su esposa, eufóricos aparecieron ese día en la inauguración del Hotel Internacional Meliá Varadero, noticia emitida por los noticieros de la televisión.
Las autoridades cubanas niegan que la actual situación se deba a ineficiencia de su gestión económica, y aseguran que no regresarán las calamidades de los años iniciales del Período Especial en la década de 1990, pero el plan de emergencia aplicado podría repercutir en la locomotora de la económica cubana. El turismo es muy sensible a la estabilidad de los países. Antes de las Medidas Coyunturales, ya se sabía que este año no crecería lo programado por la abrupta caída de la llegada de los visitantes norteamericanos, debido a las restricciones a los viajes impuestas desde 2017 y la prohibición de los cruceros en 2019 por la Administración Trump. Los festejos por el 500 aniversario de fundación de La Habana en noviembre no tendrán tantos miles de participantes para los que fueron preparados.
Para promover la ocupación de sus instalaciones, Gabriel Escarrer Juliá, presidente de Meliá Hoteles Internacional, realizó un emotivo discurso de apoyo al gobierno en la inauguración de Varadero, con destaque a los 30 años de presencia en Cuba, durante los cuales “han tenido que atravesar dificultades y vicisitudes, así como soportar la incomprensión la intolerancia y las presiones de algún país”, (Estados Unidos y las demandas en las cortes por la aplicación de la Ley Helms-Burton). Los hoteles Meliá Internacional de Varadero, Gran Manzana Kempinski e Iberostar Packard en La Habana son los únicos de 5 estrellas plus en Cuba. Manuel Marrero, ministro de Turismo, enfatizó que aun en las peores circunstancias no existe desconcierto ni improvisación, sino que el país seguirá viviendo, funcionando y desarrollándose económicamente, con seguridad y mucho optimismo (Reportajes de la Televisión Cubana y Juventud Rebelde, 15-9-19).
Díaz-Canel señaló que el regreso a la normalidad será distinto, porque hay medidas que están dando resultados y se van a retener para ser más eficientes y multiplicar mejor los recursos, en la reunión sostenida con los dirigentes de Matanzas antes de partir a Varadero, el 14 de septiembre (Granma 16-9-19). Alejandro Gil, ministro de Económica y Planificación, dijo que se irá a condiciones más normales, si bien no a la misma normalidad anterior, según Juventud Rebelde (15-9-19). En julio pasado el presidente había emitido un Plan para afrontar la carencia de liquidez, sustituir importaciones –especialmente de alimentos-, ampliar las exportaciones y continuar la búsqueda de inversión extranjera directa. El ministro Gil desglosó el plan, que prioriza el turismo, suprimir los gastos prescindibles y ajuste a los portadores energéticos (Mesa Redonda de la TV, 2-7-19).
Los cubanos se preguntan si no hubo tiempo suficiente para adquirir y almacenar combustible procedente de los países amigos Rusia, Argelia y Angola, o es que el gobierno no tiene dinero para pagarles los suministros entregados y adquirir nuevos. Más allá de la restauración de la Estatua de la República y la cúpula del Capitolio, llama la atención que la crisis energética ocurra cuando entre Cuba y Rusia intercambian visitas oficiales de alto nivel, entre ellas del Canciller Sergei Lavrov a La Habana en julio, se realizan las sesiones de las comisiones de los sectores energético, industrial y de transporte, preparatorias de la XVII Sesión de la Comisión Intergubernamental, que se desarrollará en Moscú del 18 al 20 de septiembre y, sobre todo, el primer ministro Dmitri Medveded llegará a Cuba en octubre.
Las autoridades han reforzado las campañas ideológicas que estresan y exasperan a una población descreída y sin esperanza de que la situación no empeore. Mientras, como es usual, ellas culpan al bloqueo-embargo de todos los males y a las medidas del presidente Trump por obstruir la contratación de barcos, que ciertamente inciden. Sin embargo, se obvia la estrangulación por la planificación centralizada, la burocracia, la reversión de las limitadas reformas de Raúl Castro, las cooperativas agrícolas dependientes de las empresas estatales, la restitución del acopio agrícola estatal, la carencia de insumos, riego y equipos, las ataduras al trabajo por cuenta propia, y mucho más. El férreo control mediante la legislación complementaria a la nueva Constitución frena aún más las fuerzas productivas y no resuelve la corrupción y el robo de combustible, acendrados en varias generaciones por los mecanismos estatales durante los pasados 60 años.
El “Plan coyuntural” trastoca la vida de la nación, al restringir las actividades en todas las descapitalizadas e ineficientes esferas productivas y de servicios por la disminución de las asignaciones de combustible; establecer prioridades en el transporte de carga, los movimientos de mercancías, medicinas y productos agropecuarios desde el campo; disminuir el insuficiente transporte de ómnibus en la capital, las ciudades, pueblos y campos, así como en los trenes interprovinciales, restituidos recientemente, después de años sin funcionar; provocar cambios de horarios en las escuelas y centros de trabajo que implantan diversas modalidades organizativas, como recortes de personal y trabajo a distancia; retornar los llamados a incrementar el uso de las yuntas de bueyes para las labores agrícolas y las bicicletas, aunque escasean también.
En el plano exterior, el gobierno ha sorteado la carencia de liquidez para honrar los pagos, aunque tiene dificultades en la obtención de los nuevos créditos a corto plazo e inversiones extranjeras directa. Como muestra del aprecio internacional, las autoridades mencionan las recientes conversaciones en La Habana con la Unión Europea, el Vaticano y la Canciller de Canadá, sin especificar los motivos de las negociaciones y los desacuerdos. También ellas han logrado que los derechos humanos prácticamente no se mencionen. Los medios nacionales presentan como éxitos los encuentros con empresarios y legisladores de Estados Unidos, que lamentablemente no tendrán resultados hasta el período post-Trump, y entonces dependerán de los derroteros internos y las condiciones para retomar la coexistencia.
A partir de octubre deberán arribar los barcos de combustible negociados. El alza en los precios del petróleo por los ataques a una refinería de Arabia Saudita, la más grande del mundo, el 15 de septiembre, podría repercutir también en la elevación de los precios de todos los productos, y ocasionar una crisis económica mundial, lo cual convertiría la situación coyuntural cubana en una profunda crisis sin asideros para superarla.
La situación de emergencia, denominada coyuntural, podría responder al propósito de acelerar el plan económico emitido en julio pasado, antes de poner en práctica los cargos que ejercerán las estructuras establecidas en la nueva Constitución. En las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en octubre se nombrará a Miguel Díaz-Canel presidente de la República, los presidentes, vicepresidentes y secretario de la ANPP que lo serán también del Consejo de Estado, y su membresía. En una sesión antes de fines de año, surgirá el primer ministro, eliminado hace decenios, así como los gobernadores, y se constituirá el nuevo Consejo de Ministros. Los posibles designados constituyen incógnitas para los cubanos. En el curso de 2018 y 2019, el Partido Comunista de Cuba realizó los movimientos en el Buró Político, el Secretariado del Comité Central y los Primeros Secretarios provinciales, afines a Raúl Castro y Díaz-Canel.
- Miriam Leiva (Encrucijada, 1947).
- Periodista independiente.
- Reside en La Habana.