Una vez más llega el verano 2019 en Cuba sin grandes expectativas para los más chicos de casa, así de igual forma para los más adultos, que, a pesar de comprender la situación, no dejamos de sentirnos acongojados por la triste realidad.
Cuanta falta de motivación por parte de las instituciones estatales de brindar espacios y medios recreativos para el disfrute de la familia cubana. La propaganda que se le da a los medios informativos respecto al verano tiene mucho más de anuncio que de realidad. A cualquier lugar que pretendas ir a vacacionar necesitas hacerlo llevando dinero, el cual la gran mayoría escasamente lo tiene para la alimentación del día a día.
Con un salario promedio no alcanzas a comprar ni la canasta básica, por lo que guardar ingresos para las vacaciones de los hijos se torna difícil. El actual aumento de salario tampoco resolverá el problema, aunque la iniciativa de aumento siempre es bien recibida.
Mundialmente son conocidas las bellezas naturales que esta Isla contiene, esas que muchos turistas vienen a ver y disfrutar, pero que nosotros, los de adentro, no hemos podido ver personalmente ni tocar. Son muchas las familias que dependen de las remesas para tener una vida más holgada y brindarles a los más pequeños de casa y a ellos mismos unas vacaciones respetables.
Muchas actividades se pueden gestionar, improvisar y animar para los niños y sin embargo no tienen lugar. El sector cultural es un excelente incentivo para el disfrute de los menores, pero carece de espacios, programas, calidad y libertad para crear y realizar actividades.
Las vacaciones se convierten para muchos padres en un dolor de cabeza, porque comienzan a pensar en que no hay dinero, no hay comida, hay muchas preocupaciones y poca paciencia. Se necesitan cambios para que esta y otras tantas cosas mejoren.
- Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
- Miembro del Consejo de Dirección del CEC.