Para conectarse a Internet en Cuba se debe comprar una cuenta de acceso permanente o temporal. Una cuenta de acceso permanente tiene validez durante todo un año y se puede recargar tanto como se quiera. Se solicita en las unidades comerciales de ETECSA y se ofrece a personas mayores de 18 años. Esta cuenta permanente brinda dos variantes: la navegación internacional con cuenta de correo internacional @nauta.cu y la navegación nacional.
Una cuenta temporal tiene una duración de treinta días naturales a partir de la primera conexión, no se puede recargar y se comercializa en las unidades comerciales de ETECSA, en aeropuertos, en salas de navegación de los hoteles e instalaciones turísticas. Para adquirir una de estas tarjetas es necesario presentar tu documento de identificación, de lo contrario no se podrá obtener. Una práctica innecesaria, pero obligatoria.
La cuenta de Internet permanente puede ser recargada desde el exterior, directamente en las oficinas comerciales de ETECSA o a través de unos cupones de recarga que se comercializan hoy en día en disímiles lugares como: en las mismas oficinas comerciales de ETECSA, a través de los agentes de telecomunicaciones, tiendas recaudadoras de divisas y otros sitios.
¿Qué sucede con los cupones de recarga? Antes de recargar es necesario raspar la cubierta del código de recarga, y es en ese momento en el que muchas personas sin querer raspan el código y no consiguen ejecutar la recarga a falta de los dígitos desaparecidos. Creo que esto ocurre principalmente por la mala calidad con que se confeccionan estos cupones, hace algún tiempo el material con el que se hacían era más fuerte y resistente, brindando mayor calidad y seguridad a la hora de raspar la cubierta. Ahora, son de un cartón flexible y delicado. Vale admitir que en ocasiones las personas pueden ser un poco torpes y rasgar con determinados objetos que no son los indicados.
El problema serio es cuando quieres hacer la devolución de este cupón que ya no posee un código útil. En la parte superior del cupón aparece un número (118) de información del servicio veinticuatro horas, en donde no se encuentra solución al problema, a no ser la orientación de presentarse en la oficina comercializadora de ETECSA, y después de un largo proceso burocrático resolver el problema.
Esto sucede con las tarjetas prepagadas, con los cupones de recarga en CUP y CUC, también con tarjetas de cuentas temporales, donde en este último caso el proceso de recuperación es aún más engorroso. Creo que, para evitarnos disgustos, procesos burocráticos innecesarios y dolores de cabeza, lo mejor es que cuando compren tarjetas o cupones, pidan a su proveedor que raspen la cubierta del código de recarga y se libran del embrollo. Ya si le sucede a cualquiera de los autorizados a comercializar estos productos, debe ser menos difícil resolver la cuestión.
Sin querer ser pesimista, no creo que las tarjetas y cupones -por el momento- vuelvan a tener buena calidad.