Es inconcebible el desabastecimiento de productos en los centros de venta por divisas que hay en la provincia de Pinar del Río, y hago énfasis en los de divisas porque son los más “surtidos”. ¡Ya no se trata de tener dinero! -comentan todos. Se trata de que encuentres lo que buscas. ¿Qué pasa con la producción de alimentos tan básicos como jugos, helados, refrescos y confituras que gustan tanto a los más chicos de la casa?
La provincia cuenta con un combinado lácteo que no es capaz de abastecer los puntos de venta con los productos que elabora, sobre todo el yogurt natural y el helado en pote. Cuando se distribuye en las tiendas el yogurt natural en bolsa, que es el más accesible para la población, se hacen unas colas horribles en las que muchas veces los ánimos pueden estar caldeados debido a que son más los consumidores que la cantidad del producto.
Vivir en el centro de la ciudad tampoco ayuda, el problema es generalizado y claro, se agudiza en las zonas más rurales y alejadas.
La producción nacional de congelados como croquetas y hamburguesas empanizadas, etc., que tanta popularidad tienen entre la población ha disminuido drásticamente. El círculo de alimentos que se pueden adquirir es muy limitado.
Las personas con algún problema de salud, con prescripción médico de dieta, la pasan muy mal, debido a la escasez de alimentos que necesitan y los altos precios.
A cada local que llegas tienes que esperar y hacer largas colas, y algunas veces después de esperar no alcanzas el producto. Un mismo producto está repetido en un estante tanto como sea posible para cubrir el espacio. Los bienes que necesitas no los encuentras y si lo haces es a precios exacerbados. Es una realidad que vivimos no solo los pinareños, sino todos los cubanos.
La realidad día tras día nos choca en la cara y no hace más que empeorar, cuando hay un pequeño cambio y crees que vas a respirar, te vuelves a ahogar.
Sin duda podemos mejorar todas las problemáticas que nos sofocan, pero la voluntad política no nos ayuda. Abrir a la inversión extranjera y a la propiedad privada es fundamental para generar producción e ingresos.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).