“La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) informa que desde las 10:00 PM de este Martes 26 de Junio de 2018 se restablecieron totalmente las comunicaciones móviles en Pinar del Río, por lo que ya cuentan con cobertura celular.“
La anterior fue la noticia publicada por Cuba Debate, después de aproximadamente 24 horas de ocurrir el incendio en Santa Clara, que interrumpió las comunicaciones a través de teléfonos celulares en una buena parte del país. No obstante, yo, que vivo en Pinar del Río, aún no tengo cobertura en mi móvil, al igual que muchos más.
¿Qué explicación podemos dar al hecho de que una empresa cubana como ETECSA, que no sufre falta de recursos (cobra altos precios por sus servicios) y no es muy vulnerable a los efectos del llamado “bloqueo” (está actualmente promocionando una ampliación de sus ofertas en servicios de comunicación) no haya podido restablecer el servicio de telefonía celular en más de 15 días después de ocurrido el percance? Y peor, ¿por qué ofrecer una información falsa, fácilmente comprobable por los usuarios?
Una vez más se evidencia la ineficiencia y la falta de transparencia en la gestión que caracteriza a las empresas estatales.
Las comunicaciones son un aspecto muy sensible en la vida de las personas. La gente sacrifica alimento y comodidades por pagar las comunicaciones, porque ha superado aquella idea de los primeros tiempos en que los celulares eran considerados un lujo, para dar paso a la convicción de que la comunicación es una necesidad humana y nos hace la vida más digna.
“Si cambia de teléfono, seguramente funcionará su línea, señora”, fue la respuesta a los que nos quejábamos, de una trabajadora que se deshacía en explicaciones y en dar soluciones, aunque fuera temporales, en un esfuerzo por ser amable y cuidar la imagen de la mencionada empresa.
Pero no todos nos conformamos con buen trato y explicaciones poco convincentes. Necesitamos soluciones. Ciertamente la ineficiencia es un estilo de vida en la economía cubana, pero asombra más cuando se trata de una empresa como ETECSA, sobre todo porque sus servicios son bien caros para los bolsillos de los cubanos.
Es evidente que ETECSA no presenta problemas de liquidez ni solvencia, que no tiene cuentas por cobrar o pagar, ni falta de materiales, ni de empleados competentes. Si una empresa con esa situación económica, que no es muy frecuente en el espectro económico cubano, no puede resolver un problema en las comunicaciones, ni puede ofrecer una información verídica y convincente sobre el mismo, no tenemos otra explicación que la baja calidad de la gestión.
Pero, lamentablemente, mantendrá su status por el momento. Sus usuarios no podemos cambiarnos a otro proveedor de servicios telefónicos.
Karina Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1968).
Licenciada en Economía.
Fue responsable del Grupo de Economistas del Centro Cívico.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.