Propuestas educativas para Cuba

Yoandy Izquierdo Toledo
Jueves de Yoandy

Si hacemos un análisis de la realidad cubana en los últimos años, podemos afirmar que las principales causas que han provocado la crisis de valores y virtudes en Cuba son: la pérdida de las raíces identitarias, las deficiencias en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje, las insuficiencias en materiales bibliográficos, las indisciplinas sociales, la corrupción del cuerpo y del espíritu y el daño antropológico, el laicismo exacerbado o el materialismo ateísta en la Educación Ética y Cívica y el uso indiscriminado de las tecnologías.

A partir del análisis de las principales causas que provocan la crisis de valores en nuestro país, no debemos quedarnos en la queja inútil, sino que, basados en ellas, debemos proponer algunas soluciones a este medular problema del deterioro moral y cívico en Cuba. A continuación aparecen algunas propuestas generales y posteriormente se enuncian algunas propuestas específicas en el campo de la educación.

Propuestas generales

  1. La reconstrucción de la familia cubana y del ambiente del hogar. Hogar es más que casa, es más que dormir y comer juntos. El hogar es la primera y última escuela de educación en valores y virtudes.
  2. La reconstrucción de la persona humana para que piense con su cabeza, eduque su corazón y su inteligencia emocional, fortalezca su voluntad, alimente su espiritualidad, de modo que aprendamos a vivir en la verdad, la libertad y la responsabilidad.
  3. La reconstrucción del tejido de la sociedad civil, escuela y taller de socialización pacífica en la fraternidad, la justicia y la solidaridad, el civismo y la convivencia.
  4. La reforma profunda del sistema educacional, de la escuela cubana, de modo que sea libre, plural, cívica, profundamente ética y humanista; no partidista, no reproductora de una sola ideología excluyente. Una escuela pedagógica participativa, liberadora y virtuosa. Este sistema incluiría no solo la necesaria asignatura de Moral y Cívica no sectaria, ni ideologizada, sino que todo el proceso docenteeducativo sea impregnado de los valores, virtudes y actitudes coherentes con lo que se enseña y con el cultivo del espíritu humano.
  5. El reconocimiento y la promoción de la libertad de conciencia, origen y meollo de toda promoción de los derechos humanos. Y sus consecuentes derechos a la libertad de expresión, asociación y acción pacífica incluyente.
  6. El reconocimiento y la promoción de la libertad religiosa, la verdadera y plena, respetuosa y plural, que no es solo libertad de culto, sino libertad para que los creyentes puedan pensar con libertad y actuar coherentemente con sus credos en diferentes opciones económicas, políticas y sociales. Es la libertad para que cada cubano pueda sanar, fecundar y fortalecer el alma de la Nación. De modo que las Iglesias y otras confesiones religiosas, puedan dar, libre y responsablemente, su contribución a la educación humanista, al cultivo de los valores éticos y de las virtudes cívicas. Y contribuya a alcanzar el mismo derecho para agnósticos, ateos e indiferentes, como corresponde a un modelo de Estado de Derecho moderno, no confesional y pluralista.
  7. El reconocimiento de la libertad plena para el desarrollo de la iniciativa económica de cada cubano, de modo que todos podamos contribuir a la creación de riquezas y a la disminución de la pobreza material y espiritual.

En el plano educativo, debería aplicarse una educación liberadora, basada en las siguientes características:

  1. No más manipulaciones, ni cosificación de las personas, sino favorecer en ellas un proceso de autoestima y autogestión que los haga protagonistas de su propia historia personal y social.
  2. No huir de la realidad, ni dejarse arrastrar por el ambiente, sino asumir la encarnación en la realidad en un proceso de arraigo, evaluar esa realidad mediante un discernimiento ético y poner todos los medios personales y estructurales para transformar esa realidad.
  3. Educar la conciencia crítica de modo que se ejerza el criterio ante las alternativas que presenta la vida. En esta formación de la conciencia moral no solo hay que adecuar la verdad subjetiva a la verdad objetiva, sino que hay que ganar en transparencia y en certeza de conciencia.
  4. Estimular una escala de valores que priorice el “ser” sobre el tener, el poder y el saber.
  5. Fomentar el discernimiento ético para hacer una opción fundamental que oriente un proyecto de vida personal que dé sentido a la existencia y pueda favorecer la entrega generosa y solidaria.
  6. Concretar la opción fundamental en actitudes coherentes para llevar a cabo el proyecto de vida en cada ámbito de la existencia cotidiana.

La Educación Ética y Cívica, mediante una pedagogía liberadora, podría ser la verdadera solución para la crisis de valores en la sociedad cubana actual producida por el daño antropológico, el déficit de la asignatura de Moral y Cívica y la disfuncionalidad de la familia.

 


  • Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
  • Licenciado en Microbiología.
  • Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
  • Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
  • Responsable de Ediciones Convivencia.
  • Reside en Pinar del Río.

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