VERDADES Y FALACIAS EN LA CUBA DE HOY

Miércoles de Jorge

Al analizar las cosas que se están viviendo en Cuba por estos tiempos, creo que muy frecuentemente se experimenta confusión, en medio de tanta polarización, de tanto miedo y falsas prudencias, de tanta información de todos lados, y de posturas fanáticas y extremistas -incluso en personas cercanas a cada uno de nosotros- que parecieran no tener margen de error alguno. Ante estos hechos, a menudo necesito poner pausa y entrar en un discernimiento que me lleve a cuestionarme “las verdades y las mentiras”, las “verdades escondidas o manipuladas por la mentira” y “las mentiras que aspiran a ser verdades”. Personalmente, necesito repetirme a diario, como ejercicio para evadir la confusión y la ceguera en una sociedad donde se manipula tanto la información, al menos estas verdades y mentiras que comparto a continuación:

Mentiras

  1. Es mentira que todos comulgamos o deberíamos comulgar con una misma ideología, es mentira que ser socialista es condición para la realización plena de la persona, o que quien no acepte este sistema es un enemigo.
  2. Es mentira que todos nuestros problemas, ni siquiera la mayoría de ellos, se deben a enemigos externos, o a fuerzas ajenas al sistema político-económico imperante en Cuba, sino lo contrario, es el sistema el principal y mayor responsable de los problemas que nos aquejan.
  3. Quienes disienten o quieren un cambio en Cuba, no son enemigos, no son delincuentes, no merecen sufrir la violencia ni el rechazo de nadie. Sino que han de ser respetados y escuchados como hijos legítimos de Cuba.
  4. Las política económicas y sociales en Cuba no están orientadas a garantizar, ni garantizan en lo más mínimo, justicia social. Como tampoco eliminan ni disminuyen (por el contrario, potencian) las desigualdades sociales y económicas.
  5. Es mentira que se respetan los derechos humanos y las libertades, que existe justicia, libertad y democracia, es mentira que los cubanos están felices y conformes con el sistema imperante, o al menos no todos.

Verdades

  1. Los seres humanos somos valiosos, todos tenemos derechos, todos nacemos libres y es voluntad de Dios que seamos libres. Merecemos el reconocimiento y respeto de nuestra dignidad y ningún sistema o ideología puede someternos, ni violar nuestros derechos y libertades. Si eso sucede, no debemos naturalizarlo, no debemos aceptarlo, sino que por el contrario hemos de intentar infatigablemente cambiar ese orden de cosas.
  2. Vale la pena tener esperanzas, ser optimista, creer en la fuerza de lo pequeño, ir contracorriente, luchar por causas justas, creer en la posibilidad de que Cuba cambiará y de que juntos podemos generar mejores condiciones de vida para todos. Vale la pena y es importante tener un proyecto de vida, apostar por ser felices incluso en entornos perversos, ser fieles a unos principios y valores que den sentido a nuestra existencia más allá de las circunstancias.
  3. El otro es un bien para mí, el servicio al otro es condición de mi propia autorrealización y requisito para el bien común. La solidaridad, la entrega, el sacrificio sin esperar nada a cambio, la amistad cívica, son virtudes que hemos de cultivar en nuestras relaciones diarias.
  4. Soy dichoso por estar vivo, tengo muchas cosas por las cuales debo agradecer a la vida o a Dios, y a pesar de que siempre se pueden conseguir condiciones de vida mejores, la gratitud es un pilar que me hace mejor.
  5. No existen enemigos, no tengo alguno. No vale la pena dejar espacio al odio en nuestros corazones, no vale la pena tampoco vivir con rencores, no perdonar, no reconciliarnos.
  6. La patria y la nación son más que un partido, más que una ideología, más que una forma de ver la vida, una expresión cultural particular o un sistema de valores determinado.

Esta es sólo una pequeña lista de esas verdades y falsedades, que al menos yo, necesito repetirme a diario, especialmente cuando la propaganda oficial me llega con más frecuencia e intensidad. Invito a quienes leen a elaborar la suya propia, una lista que puedan tener a mano para recordar a diario las verdades de nuestra vida, y poder desmentir y esclarecernos cuando se mienta sobre la realidad.

 

 


  • Jorge Ignacio Guillén Martínez (Candelaria, 1993).
  • Laico católico.
  • Licenciado en Economía. Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.

 

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