Un poco de equilibrio para Pinar del Río, por favor

Miércoles de Livia

Cuando Pinar del Río fue declarada sede por el 26 de Julio, muchos pudimos advertir la especie de locura que se advertía apenas salir a la calle: construcciones, reconstrucciones, remodelaciones… todo a la vez.  No puedo negar que hubo mejoras en la apariencia sobre todo de las zonas céntricas de la ciudad. En algunos lugares “solo en apariencia” como es el caso del hotel Italia que tiene puertas y pintura nuevas en la fachada, mientras que el resto de la instalación permanece en ruinas. Pero ese cuento es viejo ya para muchos pinareños.

Lo que quisiera entender es cómo se planifica este tipo de empresa en la que nos vemos inmersos una y otra vez. Instalaciones que se reconstruyen y en menos de un año se vuelven a reconstruir porque se deterioran o porque se destinarán a otra cosa. ¿Cómo se hacen cosas así en un país donde siempre se predica que el ahorro de recursos es vital para desarrollar un poco la economía y por ende la vida de las personas, que es lo que debería ser el centro de todo proyecto gubernamental?

Tiendas nuevas, mercados, parques, y hasta un bazar. Todo esto es bueno, pero contrasta con el nivel bajo de los bolsillos, con la falta de agua en muchos lugares, con los hospitales en precarias condiciones, con las calles llenas de baches, con miles de viviendas deterioradas… y muchas cosas más para las que el gobierno pudiera dedicar algunos de esos recursos que invierte una y otra vez en las mismas cosas y en los mismos lugares. Un poco de equilibrio, por favor.  


Livia Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1971).
Licenciada en Contabilidad y Finanzas.
Miembro del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

 

Ver todas las columnas anteriores

Scroll al inicio