Mirar a los demás con ojos limpios

Viernes de Rosalia

Mientras caminaba por la calle vi a dos hombres de aproximadamente 25 a 30 años reparando a todas las personas que pasaban a su alrededor y cuando más cerca estaba de ellos escuché que uno le decía al otro: “¡Mira! Aquella tiene colorcito del viajeteo”. Era muy evidente que estaban “para la cacería de yumas”, como dijese un buen cubano, o de personas que viajan con frecuencia al exterior, intentando sacar algún provecho en cualquiera de los dos casos.

Después de escucharlos pensé en la vergonzosa situación en que estos hombres se encontraban, mirando a las personas a su alrededor con símbolos de dinero en sus ojos y definiendo la gama de colores con viajes fuera de Cuba.

He aprendido que juzgar a otras personas sin conocerlas o sin saber los motivos que lo llevan a realizar una acción, puede decantarse en un juicio muy injusto, pero nada justifica la forma y el fin con que estos dos hombres miraban a las personas a su alrededor, intentando resolver sus carencias y necesidades aprovechándose de otros.

Es cierto que en Cuba muchas veces hay que volverse mago para sobrevivir, y muchos cubanos viven “inventando” esto o aquello para llevar comida a la mesa o llevar una vida lo más digna posible. Esto ha llevado a algunas personas a hacer de todo por sobrevivir.

Es importante entender que todos los seres humanos merecemos respeto, por lo que nos tenemos que mirar con ojos limpios y lindos, porque cuando definimos a las personas por sus bienes o su estatus social, es muestra de vacío existencial y pobreza de corazón.

 


Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).

Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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