El miércoles 27 de junio leí en Granma una columna con un titular muy peculiar: “Verano en televisión”. Me vinieron a la cabeza tantos pensamientos acerca de los veranos en Cuba, que terminé deprimiéndome. Lo que debería ser una ola de felicidad y entusiasmo para las familias cubanas, se convierte en una nueva pesadilla a afrontar.
Esta época del año es la más esperada por los más chicos de casa, porque es el tiempo de descansar, pasear, compartir en familia, conocer nuevos lugares y acumular nuevas experiencias para contar a los amigos en el nuevo curso escolar. Pero para la mayoría de los padres es comenzar a pensar en:
- ¿Qué invento para pasar estos dos meses en que tengo a los niños a tiempo completo en casa?
- ¿Dónde los puedo llevar a pasear con la escasez de dinero y locales recreativos que hay?
- ¿Qué les doy de comer?
- ¿Cómo estará la programación de este verano para que se entretengan al menos?
- Ya hay que pensar en comprar zapatos, mochila, medias, etc. para el nuevo curso escolar.
- ¡Lo que nos espera con los apagones programados que están comenzando!
La situación económica es el principal problema con que los padres se encuentran día a día, seguido de la escasez de locales recreativos con que cuentan las provincias, destacando la de Pinar del Río, que es un total desastre.
A pesar de que somos un país caribeño, rodeado de hermosas playas y palmeras, no todos pueden disfrutar de estas bellezas naturales, porque programar cualquier actividad requiere de recursos, y aunque estos sean mínimos, siempre tienen un “pero”, como que no aparece el transporte, no hay combustible, es muy caro el viaje, etc.
Los salarios son bajos y no alcanzan ni para satisfacer las necesidades de la canasta básica, por lo que reunir para unas prometidas vacaciones es un sueño para muchos.
La primera semana de vacaciones es total alegría, después quieres que termine y comience de nuevo la rutina diaria.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.