Los sinsabores del Internet en Cuba

Viernes de Rosalia 

Hoy son muchos los cubanos que quieren conectarse a una red wifi, con el objetivo de hablar con familiares y amigos que viven fuera de la Isla, o para revisar su cuenta de Facebook y ver qué novedades se compartieron. Esta actividad se ha convertido en el pasatiempo de muchos.

Muchos cubanos desconocen que Internet va más allá de aplicaciones como Imo y redes sociales como Facebook, pero muchos otros saben que Internet es un mundo para explorar detenidamente y no quieren quedarse atrás del palo, sino que quieren conocer todo lo que este ecosistema les puede proporcionar.

Las zonas wifi se comenzaron a habilitar en la Isla a partir de 2014 y han ido incrementándose hasta la fecha, sumando ya más de 237 zonas. Este incremento sigue siendo insuficiente para el acceso de muchos cubanos y para la mejora de la calidad del servicio. No son pocas las limitaciones a las que se enfrentan los cubanos para acceder a Internet, entre ellas destacan:

  • El alto costo al acceso.
  • La insuficiente conectividad que se brinda, teniendo acceso a una red wifi solo en parques públicos y salas de navegación, nunca desde la telefonía celular o desde el hogar.
  • La baja velocidad de navegación.
  • Un único proveedor de Internet estatal que es la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA).
  • El bloqueo de contenido incómodo para las autoridades.
  • El desconocimiento de cómo funciona y de todo lo que se puede hacer con este medio.

 

¿Realmente estas limitaciones están dadas porque Cuba es un país bloqueado? ¿Realmente no contamos con la infraestructura necesaria para corregir estas limitantes? No se puede tapar el sol con un dedo.

Crear mejoras en el acceso a Internet es vital, no es algo que se pueda postergar a largo plazo dado la demanda que tiene entre los cubanos. Se necesita una mayor disponibilidad y voluntad por parte del gobierno y de la Empresa de Telecomunicaciones.

Con la puesta en marcha del famoso cable venezolano que aumentaría la conectividad y el ancho de banda, muchos pensaron que no habría justificación para masificar el servicio y el acceso a internet, pero nunca ocurrió puesto que los puntos públicos de acceso siguen siendo inaccesibles -económicamente hablando- para una gran cantidad de cubanos. Con la firma del acuerdo entre Google y Cuba se esperaba un acceso más veloz a Internet, pero una vez más se ha quedado en espera.

El acceso libre y privado a internet es un derecho de todos los seres humanos hoy en día, y garantizarlo, a buen precio o delegarlo en empresas privadas, es deber del Estado.

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