Año nuevo: ¿nuevo gobierno o nueva forma de gobierno?

Miércoles de Livia

Comienza el 2018… el tiempo se va volando.  El año nuevo debe traer cosas nuevas ¿no? Confío en eso, porque nos hace falta. La  gente ha perdido la fe y no la culpo, pero hay cosas puntuales que sucederán este año que huelen a cambio, como es el cambio de gobierno. A lo mejor, no sé si por voluntad o por necesidad, ocurre un vuelco en la vida del pueblo cubano, que cansado de esperar novedades, ya no cree que ocurrirán. Muchos cubanos creen que el mundo entero puede cambiar, menos Cuba. Muy pocos confían en que habrá transformaciones, y es difícil, por lo que hemos vivido, cambiar la mentalidad. Difícil, pero necesario. Porque en los cambios tiene que participar el pueblo, y si no creemos en eso, seguiremos dejando que otros decidan por nosotros.

El nuevo gobierno tiene un gran reto: cambiar la forma de gobierno. Es la salvación de Cuba. Nuestro país está seriamente enfermo: casi nada- el “casi” es para que no me tilden de categórica- funciona como tiene que funcionar. La vida del cubano cada vez es más dura. Entonces los cambios no pueden ser cosméticos. Sobre todo porque ya los hemos probado sin resultados. La profundidad de estos tiene que ser tal, que se advierta la voluntad del gobierno de arreglar las cosas con responsabilidad, escuchando y dando espacio a los ciudadanos cubanos para que sean sujetos activos en las transformaciones, buscando el bien del país. Nueva forma de gobierno, participación ciudadana, grandes transformaciones, libertad responsable… y mucho, muchísimo trabajo con frutos evidentes y concretos para nuestro bienestar personal y social. Es lo que deseo para el nuevo año.

 


Livia Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1971).
Licenciada en Contabilidad y Finanzas.
Miembro del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

 

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