Por Tomás Pérez Morejón
Siempre que se levanta una sanción internacional del tipo que esta sea, se desprende de la lógica que ya no existen los motivos para establecer dicha sanción. Por ejemplo la sanción a Suráfrica se basaba en la puesta en práctica por el gobierno, de aquel tiempo, del apartheid racial. Si ya no hay discriminación allí no tiene razón la sanción.
Siempre que alguna organización internacional dispone una sanción para un país, es porque éste resulta, después de un análisis, violador en algún sentido, de pactos, derechos o acuerdos de su propio pueblo o de terceros. Casi siempre antes de imponer la sanción al gobierno violador se efectúan previas conversaciones a fin de conseguir un acuerdo.
Más aun, le dan un plazo de tiempo a fin de evitar la embarazosa sanción. Si pasado el tiempo establecido a esos efectos continúan las condiciones violatorias es entonces que se le comunica al gobierno infractor la aplicación de las sanciones sean estas diplomáticas, económicas o de otro tipo.
Bueno, gracias a Dios que ya la Unión Europea levantó las sanciones que impuso al gobierno de Cuba. Esto indica que ya no existen las causas que motivaron dicha sanción. O sea, que aquellos setenta y cinco cubanos opositores pacíficos al régimen socialista en el poder, los que fueron condenados desproporcionalmente a penas de prisión de hasta veintiocho años por manifestarse como defensores de los Derechos Humanos; que no atentaron contra la vida de ningún líder gubernamental, ni pusieron bombas, ni pegaron fuego a ninguna refinería, ni a otros objetivos económicos, ni produjeron apagones utilizando una cadena metálica con los extremos de sogas como hacían otros… están libres.
Seguro que con esa apertura de las prisiones llegó la derogación de la ley 88, así como el establecimiento de la libertad de expresión, de prensa, de asociación y de libertad para formar sindicatos libres e independientes. Así como otras organizaciones no gubernamentales y partidos políticos etc. Nada extraordinario para un país democrático hoy en día. Después, supongo, con un empuje desde dentro, vendrá el establecimiento de una sola moneda para todos los gastos incluyendo viajar al extranjero.
A continuación y en la medida de lo económicamente posible, según seguros acuerdos, se manejará la eliminación del extenso periodo del racionamiento alimentario, apertura al mercado privado en áreas donde es probada la incapacidad estatal como son el transporte y la agricultura. También seguramente se trataron y resolvieron asuntos menores pero importantes como el acceso a internet, y a teléfonos fijos sin necesidad de mimetismo cederista.
Seguro que la Unión Europea consiguió la promesa del régimen de Cuba para considerar la posibilidad de elecciones libres y pluripartidistas, que es lo que ellos desearían para ellos.
De no haber conseguido la promesa de todas las libertades y cambios relacionados anteriormente; entonces tenemos que llegar a la lógica conclusión de que la UE cedió a la fuerte y “económica” presión de los intereses creados, y que se llaman hoteles, empresas mixtas y corporaciones. Temerosos de un “socialista” decomiso de capitales y bienes, han cedido.
¿Perjudicados?, nosotros los cubanos. No se puede confiar al mejor de los vecinos una responsabilidad que es solo nuestra.
Tomás Pérez Morejón (1937)
Poeta y periodista independiente
Reside en Pinar del Río.
Para Daguito (Link con las Conclusiones de la Unión Europea)