El próximo domingo se realizará en Cuba un referendo para aprobar o rechazar el nuevo Código de Familia propuesto por el Gobierno cubano.
Son varios los temas contenidos en el Código a consulta que merecen, en mi opinión, un No rotundo. Mencionaré solo algunos de ellos:
El gravísimo tema de la Patria potestad: en el código se introduce el concepto de “responsabilidad progresiva” que restringe y viola la responsabilidad de los padres en el cuidado, la defensa y la educación de sus hijos al otorgar a niños responsabilidades muy graves como elegir el sexo o someterse a un tratamiento o intervención quirúrgica, sin haber alcanzado una edad apropiada y la madurez requerida para tomar decisiones. Por las restricciones de la responsabilidad de los padres sobre sus hijos yo digo NO al Código de las Familias.
Otro tema grave es la legalización de lo que se ha llamado “vientre de alquiler”, es decir, la maternidad subrogada en la que una mujer “presta” o alquila su cuerpo para concebir y dar a luz a una criatura que nunca será considerado como su hijo, sino que tendrá que entregar a otra persona. Por esta otra razón yo digo No al Código de las Familias.
Y como si no fueran pocas razones estas que he mencionado anteriormente, me gustaría mencionar una tercera: la ideología de género convertida en ley obligatoria para todos los cubanos. En efecto, supuesta la libertad de conciencia que es un derecho de cada persona, resulta inaceptable que una ideología, sea política o de género, sea convertida en una especie de “religión civil” imponiéndola a toda la ciudadanía. Es igualmente inaceptable que se introduzca obligatoriamente en el sistema de educación cubano esa ideología de género inculcada en niños que aún no tienen el desarrollo adecuado para buscar otra opinión, discernir y elegir, debido a que todavía están en proceso de formación humana y académica. Adoctrinar desde la niñez, sea en una tendencia política como un tipo de sexualidad, constituye un delito contra el sagrado derecho de los padres y las familias de formar a sus hijos según sus principios éticos, cívicos y religiosos. Por imponer una ideología de género a toda la sociedad y especialmente a los niños, yo digo No al Código de las Familias.
Hay otros muchos aspectos contenidos en este Código que socavan los pilares de la familia como célula primaria, constitutiva e insustituible de la sociedad. Sería recomendable que cada familia cubana, cada comunidad cristiana, cada grupo social, se detenga a estudiar y reconsiderar la grave responsabilidad que tienen para salvaguardar la integridad, los valores y las virtudes en el seno de la familia cubana.
Recordemos la profética exhortación de San Juan Pablo II en su primera Misa en Cuba en la ciudad de Santa Clara: “Cuba cuida a tus familias para que mantengas sano tu corazón”.
Tengo la convicción de que el Código que votaremos el próximo domingo es un serio peligro sistémico para la salud moral y espiritual de las familias cubanas.
Votemos No al Código para que el alma y el corazón de Cuba no se enfermen de gravedad.
- Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
- Licenciado en Microbiología.
- Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
- Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
- Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
- Responsable de Ediciones Convivencia.
- Reside en Pinar del Río.