LA DEMOCRACIA COMO IDEOLOGÍA

Miércoles de Jorge

Las ideologías plantean una anulación “de la verdad de los otros”, generan una segmentación maniquea de las sociedades en la que buenos y malos se dividen radicalmente. La democracia en sí misma no es una ideología, entendida como poder del pueblo, como una forma de Estado en la que el poder está en manos del pueblo; y que sólo cuando todo el pueblo, en su conjunto, es el que posee el poder se puede garantizar la presencia de la democracia (Montesquieu, 1972, págs. 55-63).

La democracia puede convertirse en ideología, cuando se absolutizan las ideas, cuando se otorgan ilimitadas libertades a los poderes que se han elegido -o no- democráticamente (presidente, parlamento, etc.), cuando no existen los adecuados controles e interrelación entre los distintos poderes del Estado. En estas circunstancias la democracia puede caer en manos de ideologías determinadas, tanto de izquierda como de derecha, y las consecuencias para las naciones pueden ser desastrosas como bien ilustran los casos de Venezuela y Cuba.

Por otro lado, la democracia deliberativa argumentada por autores como Rousseau (citado en Rodríguez, 2014, pág. 50) considero es un concepto ideológico de la democracia, pues plantea que sólo mediante la deliberación, mediante la que los ciudadanos pueden decidir “directamente” sobre los asuntos públicos es posible la democracia. Esta última idea contrasta con la efectividad que puede llegar a tener, y que ha demostrado tener la democracia representativa, e invita a una superación de esta última por una participación ciudadana ideal que es difícil de alcanzar sin métodos representativos.

El caso cubano es un interesante ejemplo para pensar al respecto, específicamente la nueva constitución que el gobierno propone. Si se escucha el discurso oficial, en Cuba existe una muy buena democracia, además el proceso en relación con la nueva constitución ha sido descrito como altamente democrático, no obstante, si analizamos algunos de los aspectos de la nueva constitución que se llevará a referéndum, es posible percibir que en Cuba no hay una democracia sino una ideología que vende una imagen falsa del sistema político imperante y pretende disfrazarlo bajo el nombre de democracia.

Por ejemplo, al analizar la propuesta de nueva constitución de la República de Cuba que será sometida a referéndum popular el próximo 24 de febrero, se observa una concordancia sorprendente con las ideas expresadas en el manifiesto comunista. Algunos artículos que expresan esa coherencia son los siguientes:

– Artículo 1, se proclama que Cuba es un Estado socialista de Derecho. El socialismo es irrevocable, no hay otro sistema, se plantea como la alternativa al pasado y como la solución para el futuro. En el manifiesto comunista se propone la sociedad socialista como única vía, la que, por demás, ha de ser mejor que el sistema capitalista tradicional, que la socialdemocracia o cualquier otra vía (Marx & Engels, 2000).

– Artículo 4, se habla de patria socialista y no sólo de Patria, sin apellidos. En este artículo la constitución aborda el tema de la traición a la Patria señalándolo como el mayor de los crímenes, sin que se defina además lo que significa traición a la Patria. Se establece la irrevocabilidad del socialismo y el sistema político y social revolucionario. Al mismo tiempo, se abren las puertas del país a la violencia, a la lucha armada como medio para combatir a quienes difieran del orden político, social y económico establecido. De la misma manera, en el Manifiesto Comunista la revolución es el camino que se propone, y se acudirá a la violencia si es necesario para derrocar al sistema capitalista e instaurar el comunismo (Marx & Engels, 2000).

 – Artículo 5, un partido como fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado, imposición de una ideología. Se impone una ideología y una manera de hacer política, es una de las características de la ideología marxista expresada en el manifiesto, que es una minoría guiadora la que llevará a cabo la revolución y la única capaz de responder a los verdaderos intereses de los ciudadanos (Marx & Engels, 2000).

Estos son sólo algunos de los elementos que están presentes en el documento citado anteriormente y que demuestran cuan presente está la ideología marxista en el sistema político cubano actual, de la misma forma podemos concluir que, cuando la democracia (o el sistema político imperante, pues en el caso cubano no existe democracia) cae en los extremos, divisiones, rupturas con el pasado y promesas de una sociedad perfecta (características estas de las ideologías), entonces es alto el riesgo de que la democracia se convierta en ideología. Cuando, por el contrario, la democracia se aleja de estos aspectos y otros que rozan con las características fundamentales de las ideologías, entonces no es una ideología.

Referencias

Marx, C., & Engels, F. (2000). Manifiesto Comunista. elaleph.com.

Montesquieu, C. (1972). Del espíritu de las leyes. Traducción de Mercedes Blázquez y Pedro de Vega. Madrid: Tecnos.

Rodríguez, K. (2014). Democracia y Tipos de Democracia. Nuevo León: Universidad Autónoma de Nuevo León.

 


Jorge Ignacio Guillén Martínez (Candelaria, 1993).
Laico católico.
Licenciado en Economía.

 

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